Carlos Fabra estrena su tercer grado penitenciario con una salida de fin de semana en el mismo día en el que la Fiscalía Anticorrupción presenta un recurso contra la decisión de la jueza de concederle el tercer grado.

El expresidente de la Diputación de Castellón, abandonó pasadas las cinco de la tarde de ayer la prisión de Aranjuez para disfrutar de su primera salida en aplicación del régimen abierto, si bien tendrá que regresar el domingo por la tarde y no el lunes, ya que el mencionado centro es de régimen cerrado, según pudo saber el diario Mediterráneo.

Fabra salió junto a otro interno que le acompañó hasta un todoterreno que le esperaba para abandonar la prisión. Con una mochila verde y sus habituales gafas oscuras, no quiso hacer declaraciones a los medios de comunicación congregados a las puertas de la cárcel y se limitó a agradecer al otro preso que le acompañara hasta el vehículo.

Este hecho se produjo escasas horas después de que la Fiscalía Anticorrupción anunciara de que había presentado un recurso contra la concesión de este tercer grado a Fabra, después de que ya se opusiera a que la jueza de Vigilancia Penitenciaria número 3 de Madrid tomara esa decisión. El fiscal elevó su petición en apelación directa ante la Audiencia Provincial de Madrid.

Sin embargo, desde el Tribunal Superior de Justicia madrileño confirmaron que las competencias para juzgar cuestiones del grado penitenciario de los presos corresponden al tribunal que dictó la sentencia en cada caso.

En el de Carlos Fabra fue la Audiencia Provincial de Castellón, de modo que, con toda probabilidad, según las mismas fuentes, la Audiencia de Madrid se declarará incompetente y devolverá el recurso a Anticorrupción para que lo presente en Castellón.

Según pudo saber este diario, el expresidente de la Diputación castellonense pasará estos días de libertad en un domicilio familiar en Madrid, para regresar a la prisión de Aranjuez mañana, domingo, a las 20.00 horas.

Carlos Fabra cumple condena desde diciembre del año 2014 por varios delitos fiscales. La jueza consideró, con el criterio en contra de la Junta de tratamiento, Fiscalía e Instituciones Penitenciarias, que dada su edad, 70 años, el riesgo “medio bajo” de reincidencia, su evolución favorable, la corta duración de su condena y el hecho de que haya abonado la mayor parte de la responsabilidad civil, era pertinente que accediera al tercer grado. H