El Ayuntamiento de Castellón ha llegado a un principio de acuerdo con la Orden de los Carmelitas Descalzos que incluye el mantenimiento del edificio de estructura claustral anexo a la iglesia de la avenida Capuchinos y se modifica el contrato de programación de la unidad de ejecución 18 UE-R, que se concretará en un Plan de Reforma Interior (PRI). Este plan recogerá las nuevas condiciones de ordenación, concretando las zonas y las condiciones del bloque residencial y del edificio conventual que se mantiene, que se destinará a uso terciario.

La aprobación de la modificación del contrato de programación suscrito entre ambas partes pasará mañana por el pleno municipal ordinario de enero.

Se trata de un primer paso para definir, a través del futuro Plan de Reforma Interior, la edificabilidad de los terrenos que son propiedad de los Carmelos. La edificabilidad del suelo propiedad de la Orden de los Carmelitas Descalzos junto a la avenida Capuchinos de Castellón ya ocupó páginas de actualidad tras la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana del año 2000 (ahora anulado por la justicia), que recalificó los terrenos abriendo, a urbanos, con la posibilidad de edificar, cuando el terreno que era de su propiedad (poco más de 5.300 metros cuadrados), estaba calificado en el anterior ordenamiento urbanístico, del año 1986, como zona dotacional, docente y religiosa.