El grupo municipal popular ha expuesto en rueda de prensa sus argumentos de por qué el nombre de la ciudad debe mantener su denominación bilingüe, la que existe desde hace 36 años. La portavoz, Begoña Carrasco, lamenta que "un tema de ciudad tan importante como éste no haya contado con la participación ciudadana, ya que la alcaldesa, Amparo Marco, desatendió la petición de las federaciones vecinales de tener voz al respecto, ni tampoco con consenso".

Carrasco ha afirmado que “el nombre de la ciudad ya es Castelló, lo es desde el 19 de julio de 1982 que fue aprobado por decreto el bilingüismo del topónimo, por lo tanto el debate que plantean PSOE y Compromís es una falacia, una mentira. Lo que de verdad plantean es eliminar el nombre Castellón de la Plana, acabar con el bilingüismo que ha prevalecido durante 36 años”.“La verdadera normalización es el bilingüismo que permite expresarse a cada uno como libremente quiera, sin que prevalezca una lengua oficial (valenciano) sobre la ora lengua oficial (castellano). Nosotros defendemos la libertad por encima de todo”, explica.

Además, se compromete a restablecer el bilingüismo en el topónimo si llega a materializarse en cambio de nombre en la ciudad. ”El bilingüismo es nuestro nombre, no compartimos los argumentos de quienes están dispuestos a imponer su pensamiento a todo aquel que no piensa como ellos, dando muestras de su sectarismo”.

LOS SEIS ARGUMENTOS QUE, SEGÚN EL PP, QUEDAN DESMONTADOS

Por su parte, el concejal popular, Carlos Feliu, se ha centrado en desmontar los argumentos esgrimidos por PSOE y Compromís para tratar de convencer del cambio de nombre a la ciudadanía. Indica que "no existen suficientes argumentos históricos, ni legales que apoyen la eliminación de la denominación Castellón de la Plana y que, por lo tanto, la ciudad pierda su denominación actual bilingüe Castelló de la Plana/Castellón de la Plana”. Estos son los motivos que exponen:

1. Según Feliu: “No es cierto que el gobierno local se acoja al cumplimiento del Reglamento de Normalización Lingüística del Ayuntamiento, de 1991”.

  • Article 6é. L'Ajuntament elevarà proposta al Consell per tal que tots els topònims tinguen forma oficial valenciana.
  • Article 7é Els rètols de la via pública destinats a informar els vianants, la col•locació dels quals siga competència municipal, seran redactats en ambdues llengües.

“La redacción del artículo 6 no excluye la denominación oficial Castellón, lo único a lo que obliga es a que exista la forma valenciana. El mismo reglamento, sin embargo, en su artículo 7 obliga a la rotulación bilingüe, que omite el concejal de Normalización de Compromís, Ignasi García”, explica.

2. “Tampoco es cierto que el Manual de Naciones Unidas, al que alude el gobierno, obligue a la univocidad. Deja claro que en el caso de zonas multilingües como es nuestra ciudad, el Ayuntamiento en el año 1982 optó por la tercera de las soluciones posibles, esto es la cooficialidad de Castelló y de Castellón. No se entiende que ahora se quiera optar por la primera opción, diciendo que es la única recomendada por Naciones Unidas”, añade como segundo argumento.

3. En tercer lugar, afirma que “es falso que se quiera recuperar el nombre Castelló, porque ya se recuperó en 1982. Indistintamente hablan de “reparación histórica”, la cual ya se reparó en 1982, o lo que es más grave de “dignificación”, como si los castellano hablantes no la tuviesen. Desde hace 36 años nadie fuerza al otro a utilizar una denominación concreta, sin embargo, ellos sí lo pretenden. Existen otras capitales de provincia y de estados, en zonas multilingües que han optado por denominaciones bilingües, por ello, no se entiende la obsesión de eliminar la denominación Castellón de la Plana”.

4. También sostiene que es falso "que el nombre de Castellón apareciera a partir del Decreto de Nueva Planta de 1707 con Felipe V. La castellanización de la nobleza valenciana se produce en el siglo XVI en la que aparece numerosa documentación escrita en castelllano, especialmente la correspondencia con la Corte Real o en textos literarios o notariales. Documentos que demuestran que el término “Castellón” tiene más de 450 años y en ningún momento su aparición es debida al Decreto de Nueva Planta, que nunca añadió una “n” al final del nombre original como afirma el folleto del Ayuntamiento”.

5. A todo esto, añade que "la denominación Castellón no puede considerarse un exónimo, ya que el castellano es lengua oficial en Castellón y por lo tanto no designa un accidente geográfico situado fuera del área donde aquella lengua tiene carácter oficial, por lo que no es comparable a Londres vs London (nombre oficial). Desde hace más de 450 años se utiliza la denominación Castellón y desde el siglo XVIII es usada por las personas castellano hablantes nacidas en nuestra ciudad, al igual que ocurre con las ciudades con denominación bilingüe”.

6. El último de los argumentos del gobierno es que la eliminación del topónimo bilingüe responde a un clamor popular. “Según Compromís hay un clamor popular favorable al cambio y el uso de la denominación Castelló, es aplastante en los usos comerciales y cotidianos, y vuelve a ser falso. Se ha visto por la escasa o nula asistencia a las conferencias programadas por el gobierno local. En la actualidad el uso de la denominación Castellón está muy extendida y coexiste en total normalidad con la denominación Castelló”.