"Gracias por alegrarnos la mañana con esta mierda tan hermosa. No al perro, sino al dueño. Estamos encantados". Este es el mensaje que aparecía junto a un excremento de perro en una céntrica calle de Castelló. Un vecino, entendemos que harto por encontrarse en la calzada con estos molestos obstáculos, ha tomado la iniciativa de escribir este irónico escrito para intentar que el dueño del animal se dé por enterado.

Hay que recordar que según la ordenanza municipal de Castelló, es una infracción leve -castigada con multas de 30 a 600 euros-, "no adoptar las medidas oportunas para impedir que los animales de compañía ensucien las vías o espacios públicos". De hecho, en el mismo escrito oficial recogen que la reincidencia en una infracción leve se traduciría en una infracción grave, penada ya con la suma de 600 a 6.000 euros. "El conductor del animal está obligado a recoger y retirar los excrementos, incluso debiendo limpiar la parte de la vía pública que hubiera sido afectada", aseguran en la ordenanza pese a que muchos dueños de perros no se den en ocasiones por enterados.