Los líderes del PP en Castellón y la Comunitat, Miguel Barrachina e Isabel Bonig, lograron finalmente el respaldo explícito del presidente nacional, Pablo Casado, que ayer realizó un periplo por la Comunitat en el que tuvo tiempo no solo de visitar a los damnificados por la gota fría en la localidad valenciana de Ontinyent, sino también para estar en Segorbe y la Vall d’Uixó, municipios de donde son naturales Barrachina y Bonig. Casado no dudo en calificar al PPCS como un «referente a nivel nacional»

Pese a que tan solo 24 horas antes los populares habían anunciado que Casado no podría estar en Castellón por la gravedad de las precipitaciones en Valencia y Alicante, finalmente el líder de la formación conservadora quiso estar en la provincia y, tal y como expresaron fuentes del PPCS, «apoyar de forma explícita» a sus líderes provincial y regional con una visita que sirve para reforzar la imagen de unión en un momento en el que todo apunta a una repetición electoral.

Casado mostró interés en estar en la capital del Alto Palancia pero no pudo disfrutar de la Entrada, que se suspendió. Durante su visita, asistió a una comida con militantes en el restaurante Idoubeda de Peñalba en la que solo pudo degustar los entremeses y el postre, ya que antes de servirse el postre tuvo que salir hacia la Vall d’Uixó, aunque tuvo tiempo de reivindicar la tarea de los populares castellonenses y valencianos «frente a las políticas de izquierda». En este sentido, aseguró que el PPCS «es muy importante para el PP nacional por su defensa del municipalismo y del territorio». Casado defendió el trabajo de políticos de Castellón como la presidenta de la capital, Begoña Carrasco; el diputado nacional, Óscar Clavell o la senadora Salomé Pradas, todos ellos dirigentes que apoyaron de forma explícita al ahora presidente popular en el congreso de julio del 2018.

fin al capitulo congresual // La visita de Casado a la provincia da fuerza a Barrachina y Bonig y pone fin al capítulo congresual, un proceso en el que el dirigente segorbino apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría, mientras Bonig optó por la neutralidad. Ahora la situación vuelve a la normalidad pese a que nunca dejó de serlo, pues la relación entre ellos nunca ha sido mala. Si Barrachina no fue candidato al Congreso no fue tanto por un supuesto distanciamiento como porque los populares decidieron aplicar a rajatabla sus estatutos, que establecen que ningún presidente provincial puede ser diputado en la Cámara Baja en Madrid.

ELECCIONES EN EL HORIZONTE // Con todo, Casado, Barrachina y Bonig escenificaron su unidad en un momento en el que España parece encaminarse sin remedio a la repetición electoral por la falta de acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para formar gobierno. En ese contexto, el presidente popular reivindicó un discurso del que Barrachina hace continuamente bandera como diputado y presidente provincial, esto es, que el PP es el partido que «cuando gobierna a la gente le va mejor» ya que apuesta por «más infraestructuras, menos impuestos y más oportunidades».