Un año más, Castelló se volcó con la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. La diferencia de este 2019 estuvo en el galardón otorgado recientemente al consistorio, gracias a las actuaciones llevadas a cabo en los últimos tiempos para superar las barreras arquitectónicas. En un acto celebrado en el Teatre del Raval --la lluvia impidió su desarrollo en el emplazamiento previsto inicialmente de la plaza Huerto Sogueros-- la alcaldesa, Amparo Marco, incidió en que el segundo puesto otorgado en el Access City Award 2020 «da ánimos para seguir trabajando» en esta materia, y lograr un entorno amable para los integrantes de este colectivo.

Por este motivo, el trofeo fue expuesto en el transcurso de este evento. La primera edila justificó que el reconocimiento, «más que un premio del Ayuntamiento, es para las asociaciones, organizaciones y personas con alguna discapacidad, porque son los verdaderos héroes y heroínas del día a día». En esta línea, expuso que el trabajo de las entidades ayudan a que los ciudadanos «no olvidemos de que hay gente que no puede ver o escuchar», y añadió que hay quien va «en silla de ruedas y no puede estar en lugares como un restaurante o el probador de una tienda de ropa».

El galardón que concede la Comisión Europea tiene una dotación de 120.000 euros, que el Ayuntamiento destinará a nuevas políticas y acciones a favor de la accesibilidad, con la participación de las asociaciones.

El acto conmemorativo fue impulsado por el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), con la colaboración de la Concejalía de Bienestar Social. También se mostró el documental Gent divergent, que muestra el trabajo que se desempeña en el seno de la asociación Ateneu en favor de la integración protagonizada por personas con daño cerebral adquirido.

MANIFIESTO / La lectura del manifiesto contó con el complemento de las acciones desempeñadas en la Universitat Jaume I. Hubo una lectura colectiva de los derechos de las personas con discapacidad, en la que participaron estudiantes, personal docente e investigador, empleados de administración y servicios así como la rectora de la institución, Eva Alcón; la vicerrectora de Estudiantado y Compromiso Social, Inmaculada Rodríguez; y la portavoz del Consejo del Estudiantado, Laura Alcaide. Alcón recordó que fue precisamente la universidad de Castelló la primera de toda España en contar con una línea específica de trabajo con las personas discapacitadas. Una postura que arrancó con la orientación a un alumno invidente, en 1992.