Todavía queda mucho por descubrir de la ciudad de Castelló. Las excavaciones fundadas en el Castell Vell, comenzadas hace ahora un mes, han destapado algunos de los misterios arqueológicos más auténticos de la historia de la capital de la Plana.

Los expertos, tras investigar los hallazgos, confirmaron ayer la presencia de una torre vigía que podría haber sido construida entre los siglos X y XI, una muralla que rodeaba el antiguo poblado castellonense y una pequeña senda que daba acceso a la alcazaba desde la zona popularmente conocida como la Sang del Moros, entre otras estructuras.

Así lo anunciaron ayer la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, y el regidor de Obras y Patrimonio, Rafa Simó, acompañados por el equipo técnico, durante su visita a las inmediaciones del castillo, donde conocieron de primera mano los hallazgos de esta intervención, que han permitido encontrar parte del urbanismo del mismo poblado y confirmar la presencia de la torre defensiva, la muralla de la fortaleza y restos de viviendas y caminos arcaicos.

En virtud de los hallazgos, el Castell Vell acogerá una jornada de puertas abiertas el próximo 25 de julio para mostrar las excavaciones arqueológicas, donde la ciudadanía podrá disfrutar de los casi 500 metros lineales del baluarte y constatar de buena tinta el resto de descubrimientos.

Actualmente, los expertos continúan trabajando en la historia de estos restos para estudiar su cronología y relación con el Castell de Castelló.

Visita con reserva

Para garantizar que se respetan las medidas sanitarias, será necesario reservar la plaza de la visita previamente a través del Museo de la Ciudad de Castelló (MUCC). Habrá sesiones a las 10.00, 11.00 y 12.00 con un aforo de 20 personas por turno.