Castelló celebró ayer el Día de la Subdelegación de Defensa. Un acto solemne en el que otorgaron numerosas condecoraciones y en el que tanto familiares como amigos y autoridades civiles recordaron a aquellos que dieron su vida por España.

Durante la cita, el coronel Javier Ferrer dedicó unas emotivas palabras al entorno militar de la provincia, a los dirigentes locales y a los vecinos y amigos que perdieron algún ser querido durante la guerra. «La seguridad se ha convertido en una necesidad global. Estoy orgulloso de la respuesta que da el personal que formamos la Subdelegación de Defensa, de vuestra actitud ante los retos diarios. Ocho personas no solo sacáis el día a día adelante, sino que además, seguís ilusionados», señaló el propio Ferrer.

La jornada contó con la participación del presidente de la Diputación, José Martí, y otros representantes políticos. También estuvieron la reina de las fiestas de la ciudad, Carmen Molina, y Na Violant d’Hongria 2020, María Torres. El coronel Ferrer les deseó un feliz año festivo.

DISTINCIONES / El subdelegado reconoció el trabajo de los reservistas voluntarios, honoríficos, del personal militar retirado a quienes hicieron entrega de un título honorífico. La cruz al mérito militar recayó en el subteniente Alejandro Ayora. Por añadido, Defensa otorgó premios a la Colla de Dolçainers, Tabaleters i Trabucaires Xaloc, que amenizaron el acto con su música. También reconocieron a la historiadora Patricia Mir y a los participantes en el quinto concurso de tiro de arma larga cívico, que se celebró el pasado 5 de noviembre en el campo de maniobras situado en Montaña Negra.

Para concluir el acto, los asistentes se alzaron al unísono al grito de «viva España, viva el Rey, viva las Fuerzas Armadas». Un vino de honor puso el broche en las instalaciones del edificio.