Castelló está a expensas de que la Generalitat valenciana concrete las ayudas para compensar el aplazamiento de las fiestas de la Magdalena, clave para saber si afectará de algún modo a los presupuestos municipales, cuya tramitación sigue por el momento los pasos administrativos pertinentes. También se contempla la posibilidad de que el gobierno central, en el próximo consejo de ministros, anuncie una línea de ayudas ante la emergencia del coronavirus, lo que sería otra inyección para solventar el aumento de gastos que genera posponer las fiestas y volver a organizarlas. La idea del Ayuntamiento, que garantiza que habrá presupuesto par la nueva Magdalena con independencia de las ayudas, es mantener las inversiones pactadas.

Por la premura del momento, Castelló todavía no posee una estimación fiable del golpe económico que supone el aplazamiento. En ediciones precedentes se ha calculado un impacto económico de las fiestas de unos trece millones de euros, sin contabilizar asuntos como la feria taurina. La alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, explicó que algunos de los gastos ya están comprometidos, y puso como ejemplo los llibrets ya impresos y repartidos. Otros, como las actuaciones artísticas y musicales, serán estudiados de manera individual, al tener diferentes cláusulas.

La actividad fue frenética ayer en el consistorio. La abrió una reunión del equipo de gobierno. También hubo junta de gobierno y otra de portavoces, antes de la rueda de prensa de Amparo Marco. La alcaldesa apuntó en el aspecto financiero que, desde el Ayuntamiento, se hará lo posible para que el impacto económico sea el menor posible y lanzó un mensaje de apoyo para los colectivos, entidades, asociaciones y todas aquellas personas que han trabajado durante 365 días al año para las fiestas.

Respaldo // Ignasi Garcia, socio del tripartito y portavoz de Compromís, defendió la gestión y no descartó más medidas. «Estamos esperando indicaciones de la Conselleria de Sanidad por si fuera necesario incrementarlas», apuntó. «Pedimos implicación para prevenir contagios y ponérselo fácil a los sanitarios», dijo Fernando Navarro, de Podem-EUPV.

Desde la oposición, la portavoz del grupo popular Begoña Carrasco subrayó que la situación es «excepcional» y es momento de «actuar desde la responsabilidad y la lealtad institucional». Asimismo, lamentó que «las decisiones no se hayan tomado de manera anticipada», lo que «hubiese ayudado a minimizar las pérdidas de muchas empresas y el gasto realizado en preparativos de las fiestas». «Se habían tomado medidas en otros puntos de España que hacían presagiar que se harían extensibles», comentó Carrasco.

Por su parte, el portavoz de Ciudadanos Alejandro Marín-Buck pidió «tranquilidad al món de la festa y a todos los castellonenses» y solicitó al tripartito que «tome medidas consecuencias con el calado que está teniendo la crisis del coronavirus».