La campaña de prevención de plagas de mosquitos que realiza el Ayuntamiento de Castelló mantiene el ritmo habitual de trabajos y los tratamientos se realizan siguiendo un cronograma y un orden de zonas establecido por la empresa adjudicataria. Una práctica de prevención necesaria, debido a que las últimas lluvias caídas en la ciudad pueden ocasionar la proliferación de estos insectos con la llegada de las altas temperaturas, tal y como publicó el periódico Mediterráneo en su edición de ayer.

En estos meses del año, las tareas de pulverización y limpieza se centran principalmente en las zonas abiertas, como la Marjaleria y los polígonos industriales, además de otros puntos considerados como potenciales focos, caso de la zona de la depuradora y distintas acequias. En el núcleo urbano, los trabajos se centran en los imbornales. Estos tratamientos son continuos, ya que la eficacia del producto larvicida suele aguantar unos 15 días y el consistorio realiza un seguimiento de las áreas tratadas.

PREVENCIÓN

«El cambio climático ha hecho que las plagas de mosquitos sean cada vez más virulentas. No vamos a bajar la guardia en la lucha contra los efectos de este cambio y eso requiere también la máxima prevención, que es lo que hacemos en el caso de los mosquitos», asegura el edil de Salubridad y Limpieza de Castelló, Ignasi Garcia.

Las acciones más habituales consisten en realizar prospecciones continuas y repetidas sobre los focos catalogados y aplicar tratamientos larvicidas en el momento oportuno, de forma que se minimice la eclosión de adultos. Para ello, los operarios emplean productos específicos y respetuosos con el medio ambiente, y ajustan las dosis y condiciones a las características de cada uno de los puntos detectados.

Según el informe remitido por la empresa concesionaria, este periodo del ejercicio es favorable y deben continuar el trabajo de campo siguiendo el cronograma establecido. No obstante, Garcia apunta: «Al finalizar el estado de alarma tendremos que intensificar los tratamientos en zonas sensibles, ya que ante la imposibilidad de contar con la colaboración ciudadana durante estas semanas se puede haber generado nuevos focos de propagación de los mosquitos». El concejal asegura que redoblarán «los esfuerzos para minimizar las molestias para los vecinos de la ciudad de Castelló cuando empiece a hacer buen tiempo», concluye. Desde el consistorio de la capital de la Plana destacan que los puntos de cría se encuentran a menudo en zonas privadas donde los operarios no pueden acceder. Los focos más habituales suelen ser recipientes olvidados que contienen agua de lluvia de varios días y donde los mosquitos pueden desarrollarse. Por este motivo, es recomendable que estos depósitos estén siempre limpios con el fin de evitar la proliferación de estos insectos en los hogares de los castellonenses.