Castellonerismo, tradición, cultura y mitología se unieron ayer en el tradicional homenaje a Tombatossals que, en su 39 edición, tuvo un recuerdo muy especial para Josep Antoni Pradrells --miembro de la comisión cívica impulsora de este acto en el Molí la Font-- y Rafa Lloret, recientemente fallecidos. El acto comenzó con una procesión desde la ermita de Sant Francesc de la Font hasta este emblemático paraje desde el que Tombatossals salió para conquistar las islas Columbretes, según reza la mitología castellonense. En el desfile participaron los miembros del Cabildo de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, así como Na Violant d’Hongria 2019 y 2020 y sus dones de companya, la colla de dolçainers i tabaleters de Castelló, el grup de danses El Forcat, el socialista concejal Jorge Ribes y público en general.

Una vez en el Molí la Font, el acto oficial recordó «las raíces de Castelló, así como una parte esencial de nuestra historia, como es la cultura y la mitología», destacó Jaume Vicent --hijo de Quiquet de Castalia--. Tras la lectura de dos pasajes del libro Tombatossals, de Josep Pasqual i Tirado por parte de Javier Peris, sobrino de Miquel Peris, fue la viuda de Josep Antoni Prades, Fina Irún, la que leyó el poema del querido castellonense, Innovació, y en el que se que llama «a combatir la apatía de perder la tradición». Tras la lectura, el prohom, Luis Oria, entregó un pergamino con este texto a Irún como recuerdo de la jornada. Uno de los momentos más emotivos llegó de la mano de María Victoria Pasqual, nieta del escritor, quien lanzó, acompañada de la viuda de Pradells, un ramo de laurel al agua del Molí la Font. La invocación a los santos patronos por parte de las representantes femeninas de la Germandat al son de la Marxa de la Ciutat, los bailes del grup El Forcat y un porrat en Sant Francesc pusieron el colofón al acto.