El coste de la vivienda para los inquilinos en la capital de la Plana se ha disparado en los últimos cinco años. Según el informe del Banco de España (enero 2014-mayo 2019) publicado ayer, a partir de datos del portal inmobiliario idealista.com, concluye que Castelló es la octava capital del país donde más se encarece el alquiler en este periodo, de modo que se encuentra dentro del top 10.

En este sentido, la ciudad castellonense se encuentra solo por detrás de grandes núcleos poblacionales de tirón demográfico y turístico, como Palma, la primera; seguida de Barcelona, Málaga, Madrid, las Palmas de Gran Canaria, València y Santa Cruz de Tenerife. El mercado del alquiler, según destacan desde el Banco de España, «ha experimentado un notable dinamismo de los precios ofertados» y en el caso concreto de Castelló se ha incrementado en más del 30% (frente al 50% de la media estatal).

INCENTIVOS FISCALES / Según los autores del estudio del Banco de España, David López-Rodríguez y María de los Llanos Matea, el precio del alquiler se ha disparado «desde que volvió a tocar mínimos, a finales de 2013 --desde el 2007 de la precrisis--, hasta el máximo observado en este 2019». Para el órgano supervisor, claramente más familias han optado por esta opción más asequible frente a la vivienda en propiedad, «pero los costes se van disparando y se produce una sobrecarga financiera del arrendatario».

En cuanto a la rentabilidad bruta del alquiler residencial, Castellón es la novena provincia (con más del 5%) donde más se eleva. «Existe una tendencia generalizada del atractivo de alquilar como inversión, en un contexto de reducidas rentabilidades en activos alternativos», indican.

PERFIL PRECARIO / El colectivo más ligado al alquiler para el Banco de España «son los jóvenes» y, sobre todo, se ha disparado la demanda en la franja de 30 a 44 años, con una cuota que pasa del 19 al 29%. El peso de los extranjeros, con un 58,9% de europeos y un 77,3% de otras nacionalidades, también crece, así como los casos de españoles. Un tercio de parados y trabajadores temporales viven en casas de terceros. Más información en la página 35.