Quién no ha escuchado alguna vez la frase Sant Antoni, guarda’ns del foc i del dimoni. Forma parte del refranero popular y ayer sábado se escuchó, y no poco, en varios rincones de la ciudad. Y los primeros barrios que honraron a Sant Antoni fueron el grupo San Agustín y San Marcos y el Grau, cuyos vecinos celebraron la fiesta del patrón de los animales.

En San Agustín, y organizado por la cofradía Clavarios San Antonio Abad, los actos comenzaron a media tarde con una misa, y en el transcurso de la ceremonia nombraron a los nuevos clavarios del 2020: Óscar Cano y Elías Martí, primer y segundo entrenador, respectivamente, del CD Castellón. Después, y frente a la puerta del centro social Joaquín Amorós, procedieron a la bendición de todos los animales y al típico reparto de rollos por parte de los miembros de la Cofradía. Fueron decenas los vecinos de este grupo periférico que no quisieron perderse una de las fiestas más entrañables del año.

Tras la distribución de los rollos, todos los asistentes salieron en procesión. Los miembros de la cofradía portaron a hombros la imagen del santo y en la misma participó también el grupo Dimonis de la Plana. La procesión acabó junto al edificio polifuncional San Agustín, donde estaba instalada la hoguera. Pero antes de encenderla repartieron entre todos los asistentes decenas de figues albardaes, rollos, moscatel, cacahuetes y altramuces.

En el distrito marítimo, la fiesta en honor a Sant Antoni comenzó con la plantà del Bestiari Domèstic en la plaza del Casal Jove y después celebraron un animado pasacalle sin fuego a cargo de las entidades del Bestiari.

Pasacalle y también teatro. Blotafocs realizó una representación cantada de la vida del patrón de los animales, un acto que sirvió para dar paso a uno de los momentos más esperados de la tarde, la bendición de los animales y el reparto de los animales en el patio de la iglesia Sant Pere. El encendido de la hoguera puso punto y final a la celebración.