Castelló y Vila-real, las dos ciudades de la provincia que quedarán cerradas perimetralmente entre este viernes a las 15.00 horas y el lunes a las 06.00 horas, trabajan ya en el establecimiento de los dispositivos especiales de vigilancia que velarán por el cumplimiento de dicha medida adoptada por la Generalitat Valenciana ante el auge de contagios.

Y es que, en este sentido, ambas localidades han visto sustancialmente incrementados los contagios de coronavirus durante los últimos días, hasta alcanzar una incidencia acumulada por encima de los 800 casos por cada 100.000 habitantes, según los últimos datos publicados este martes por la Conselleria de Sanitat.

Por tanto, el Centro de Coordinación Operativo Municipal de la capital de la Plana ya mantuvo este martes un encuentro para perfilar los detalles del dispositivo policial, que contará con la participación tanto en este caso como en el de Vila-real, de los cuerpos de seguridad dependientes del Estado, como son la Guardia Civil y la Policía Nacional.

Al respecto, fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Castellón apuntaron que la actuación se desarrollará de «forma coordinada» y se «colaborará con las policías locales».

El objetivo, según indicaron desde el consistorio castellonense, es el de «cubrir el máximo número de accesos a la ciudad», pues cabe recordar que el propio trazado urbano hace que estos sean numerosos y de diversos tipos.

Mientras, en Vila-real se encuentran realizando también encuentros de coordinación entre los diferentes cuerpos y esperan a la reunión que está programada mañana con el president de la Generalitat, Ximo Puig, para acabar de concretar los detalles, aunque está previsto que se impliquen los cerca de 200 agentes con los que cuenta habitualmente la ciudad.

Al respecto, la consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, instó a los municipios a desplegar «todos los efectivos disponibles», aunque matizó que el efecto debe ser «disuasorio, pero no invasivo ni tampoco inquisitorio».

Colaboración

Ahora bien, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, apeló a la «colaboración de toda la ciudadanía para el cumplimiento de las restricciones, ya que solo así podremos frenar el avance del virus».

También el munícipe de Vila-real, José Benlloch, se pronunció durante la jornada y expresó que «confía en el sentido común que ya han demostrado los vecinos» del municipio con todas las limitaciones previas.