Tras cerrar el 2017 con un nuevo récord en las exportaciones, la provincia ha abierto el año a un gran ritmo en cuanto al envío de productos al extranjero. Las previsiones, tal y como apuntó este diario, ya eran buenas y los datos de enero, que ayer miércoles hizo públicos el Ministerio de Economía, lo han corroborado.

En el primer mes del año, las empresas castellonenses aumentaron sus ventas en el extranjero en un 7,1% hasta alcanzar los 654,7 millones de euros. El porcentaje de incremento está por encima del estatal (del 6,5%) y es mucho mejor que el autonómico, que se queda en un 4,1%.

Como es habitual en la provincia, cuatro son los sectores que tiraron de las ventas en los mercados foráneos. El azulejo creció un 4,1%, hasta alcanzar los 213,5 millones de euros en producto exportado. La cifra rompe la tendencia de los últimos meses del año pasado, donde se había amortiguado el crecimiento. También crecieron los envíos de naranja, en su caso un 1,5% hasta los 110,8 millones de euros.

Pero las dos ramas de la economía provincial que mejor funcionaron fueron la petroquímica y las fritas y esmaltes. La primera creció un 86% hasta vender carburantes por valor de 76,5 millones en el exterior, mientras las ventas en el extranjero de la segunda crecieron un 14,1% hasta alcanzar los 67,5 millones.

Pero si hubo algo que destacó en enero fueron las importaciones, que aumentaron un espectacular 61,7% hasta superar los 575 millones de euros. Ello dejó el saldo comercial de la provincia en 79 millones de euros. Pero es también significativo de la mejora de la economía castellonense. La importación de crudo fue lo que más aumentó, un 110%.