La Concejalía de Salud Pública del Ayuntamiento de Castelló, dirigida por Mary Carmen Ribera, junto con la colaboración de Dog Calm y Futuro Animal, han impulsado una campaña para evitar el uso de collares que provocan dolor a los perros. Este proyecto sigue con el eje que pone en valor a Castellón como ciudad educadora porque, tal y cómo defiende la campaña, “la confianza de tu mejor amigo empieza por el respeto hacia él”. Castellón se convierte así en uno de los primeros ayuntamientos del país en lanzar una campaña pública para erradicar el uso de collares que causan daño a los animales.

La concejala de Salud Pública, Mary Carmen Ribera, ha explicado que el Ayuntamiento de Castellón “tiene la sensibilidad y la voluntad de sumarse a la marea de instituciones que de acuerdo con cualquier normativa de protección animal vela por el bienestar de las mascotas”.

El collar que se recomienda es el arnés en forma de Y combinado con una correa fija. Se trata de un arnés que no interfiere con las escápulas y deja libre el cuello y las axilas, y por lo tanto evita cualquier tipo de daño para el animal. Este se tiene que colocar dejando el centro de la Y entre los hombros y sobre el esternón, y apoyado completamente en el tórax.

Así mismo, no se recomiendan los collares fijas ni los que ahogan. Tampoco los que dan descargas eléctricas, los de pinchos o púas ni los de tipos cabestro. Todos estos collares provocan lesiones potenciales en los animales como pueden ser problemas en la piel, como la pérdida de pelo, heridas o hematomas; contusiones y contracturas musculares; daños en los órganos vitales del cuello u otros como la falta de oxígeno, edemas pulmonares o artritis degenerativa, entre otras.

Estos tipos de collares no solo perjudican a los animales físicamente, sino que el dolor también afecta a la conducta. Por este motivo la directora de Dog Calm, Cinta Marí, ha destacado que “la mayor causa de abandono son los problemas de comportamiento, y por lo tanto la lógica indica que tenemos que trabajar por la educación”. Además, Marí ha manifestado que “queremos perros con buen comportamiento y esto no es posible mientras sufran dolor”. De este modo, la campaña pretende sensibilizar a la población de que aprender, respetar y convivir con los animales es cosa de dos porque “no podemos, ni debemos mirar hacia otro lado si se producen conductas humanas que echen a perder el estado del animal”, argumenta Marí.

El Ayuntamiento de Castellón de la Plana es el tercero, después del de Barcelona y de Madrid, que ha tomado este tipo de iniciativa para saber convivir, respetar y poner freno a cualquier acto que afecte a la salud de los perros. Así mismo, la presidenta de Futuro Animal, Emma Infante, ha querido felicitar al Ayuntamiento de Castellón “por la campaña informativa sobre los collares nocivos” y ha expresado que “está en nuestras manos avanzar hacia el bienestar real y hacer de nuestro ejemplo una buena educación para todas y todos”.