La reactivación económica tras el confinamiento de la población introduce muchos matices según el sector de la economía. Después de tres meses con los establecimientos cerrados, el comercio concatenó la reapertura de sus negocios con el inicio de la campaña de rebajas de verano. Las grandes cadenas de moda optaron por avanzar la salida a finales de junio, cuando lo habitual es esperar a los primeros días de julio, y ofrecer grandes descuentos de entrada, pero estos estímulos no han sido suficientes para animar a los compradores.

La portavoz de Confecomerç Castelló, Tere Esteve, mencionó que la disminución de las compras «está sobre el 15% respecto al año anterior» en la provincia, en el apartado dedicado al textil personal. Un panorama que ha sido peor en un tipo de tienda concreto: el de la ropa centrada en ceremonias y acontecimientos familiares. «Son los que lo están pasando peor, ya que estado de alarma vino con el inicio de la campaña de bodas y comuniones, y el aplazamiento de estos eventos, en muchos casos hasta dentro de un año ha hecho que muchos compradores con prendas reservadas se hayan echado atrás», afirmó.

EXCEPCIÓN / Dentro de todo el comercio, una de las partes que ha salido mejor parada es la dedicada al equipamiento del hogar. Esteve detalló que el comportamiento de los consumidores «ha si do bueno, ya que al tener que estar la gente tanto tiempo en sus casas en la primavera, hay quien ha aprovechado para hacer mejoras y renovaciones». Algo diametralmente opuesto a la utilización de la ropa. Al quedarse en casa, la mayoría decidió vestirse con prendas cómodas, y el material pensado para lucirse en la calle y la vida social se ha quedado sin apenas uso. De ahí el desinterés en este periodo de ofertas especiales.

El colectivo de la gran distribución en la Comunitat, Anged, coincidió en este diagnóstico, al señalar que la moda «es lo que más ha sufrido, mientras que los productos para el hogar, e incluso la electrónica para las casas, han funcionado muy bien».

La caída en la facturación pone en aprietos la liquidez, sobre todo en lo que respecta al pequeño y mediano comercio. Las tiendas acumulan todavía un gran estoc de piezas de la campaña de primavera y verano, con la nueva temporada de invierno a la vuelta de la esquina. Desde Confecomerç en la Comunitat temen que un 20% de negocios no sobreviva.