El anunciado debate que debía enfrentar en el pleno municipal al PP con el bipartito y con Castelló en Moviment a cuenta de la defensa del bou al carrer tendrá que esperar a una mejor ocasión. Ayer, cuando tocaba el turno de discutir la propuesta de los populares, que pedía el apoyo explícito del Ayuntamiento a los festejos, su portavoz, Begoña Carrasco, anunció que se retiraba la moción en protesta por la enmienda introducida por el PSPV que, en su opinión, “pretendía sustituir su contenido íntegro”. Por contra, lo que sí que salió adelante fue la nueva ordenanza contra el mosquito tigre, que endurece el control sobre la plaga e incluso contempla sanciones para particulares si no la cumplen.

“La presentación de esta enmienda ha sido una maniobra política y una deslealtad”, manifestaba ayer Carrasco, en alusión al texto alternativo que presentaron los socialistas. Este pedía introducir la discusión sobre las aportaciones municipales al bou dentro de un debate más general, a través de un nuevo Congreso de Fiestas y Tradiciones; aunque no contenía ni una sola referencia explícita a los toros. Esto, en opinión de la portavoz popular, significaba que “los socialistas pretendían pasar el rodillo”, en alusión a su mayoría en el pleno, y que era una maniobra para “evitar pronunciarse” sobre el bou.

La retirada de la moción significó que no hubo discusión sobre el tema durante el despacho extraordinario. No obstante, la alcaldesa, Amparo Marco, replicó en el turno de ruegos y preguntas, en respuesta a la petición de Carrasco de “ir de la mano” en la defensa de Castellón. “De la mano iremos cuando haya lealtad institucional. No se puede ir de la mano de un partido que retira mociones y que publica en Twitter que Marco “rehuye el debate pero lo tendrá en la calle”, manifestó la alcaldesa socialista.

lucha antimosquitos // Más debate hubo sobre otro animal, el mosquito tigre, y sobre cómo combatirlo. La aprobación de la ordenanza municipal fue secundada por el bipartito y Castelló en Moviment, con la abstención del PP y de Ciudadanos. El debate lo centró el “carácter coercitivo” de la norma, en opinión de la edil del PP Salomé Pradas, que cree que pone en duda el “derecho a la propiedad privada y a la intimidad”. En parecidos términos se expresó el edil de Ciudadanos, Manuel Paduraru. La réplica llegó de la mano de la concejal socialista Mari Carmen Ribera, que cree que la ordenanza se centra en la “concienciación”. H