Las obras del Bulevar de la Plana empezaron ayer en Castellón, en el que es el primer tramo de un proyecto de mayor envergadura que conectará la capital con Almassora y Vila-real por el trazado de la antigua N-340. «Se inician las obras que harán de la antigua nacional 340 que estaba pensada únicamente para coches y camiones, una vía para las personas y en consonancia con el siglo XXI, con un total de 5,5 kilómetros de carril ciclopetatonal», recalcó el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad Carlos Domingo. A falta de las autorizaciones del Ministerio de Fomento para poder actuar en los tramos de Almassora y Vila-real, en Castellón, la transformación de la nacional se ejecutará en tres fases, con un presupuesto estimado de un millón de euros y la creación de 2,3 kilómetros de carril ciclopeatonal.

A priori, salvo en los tramos de cruces de rotondas, como la de la ronda sur o la de la CS-22, contará con un carril reservado para el transporte público de 3,5 metros de ancho, además de calzadas para los peatones y un carril bici.

La primera de las fases en Castellón capital, presupuestada en 330.000 euros y un plazo de obras de cuatro meses, consiste en la construcción de una nueva rotonda -en la intersección entre la calle Río Júcar y la avenida Enrique Gimeno-, que ya empezaron a marcar ayer los operarios. Comprende el tramo desde esta nueva glorieta, junto al Centro Comercial de la Salera, hasta 150 metros antes de la rotonda del Estepark; y también contempla la construcción de un carril bici de 600 metros. Para cruzar el carril ciclopeatonal al otro lado de la Ronda Sur, se suprimirá el carril exterior de la glorieta inferior, que pasará de tres carriles a dos y se destinará el espacio del carril exterior para separar ambos tráficos y habilitar el amortizado como itinerario ciclopeatonal.

Las obras de esta primera fase se interrumpirán el 5 de diciembre para no afectar a la campaña navideña del Centro Comercial de la Salera, según fuentes de la Conselleria de Obras Públicas.

En una segunda etapa, se prevé la continuación del carril ciclopeatonal de la avenida Enrique Gimeno con una longitud total de 800 metros. Esta segunda fase discurrirá por el espacio ocupado en la actualidad por la cuneta de la antigua travesía de la N-340, avenida Enrique Gimeno, y por el espacio abandonado comprendido entre la avenida y los viales del polígono industrial de la Ciudad del Transporte, hasta llegar a la zona de la glorieta de la CS-22 que es titularidad del Ministerio de Fomento.

La tercera fase consistirá en la conexión del carril ciclopeatonal que finalizaba en la glorieta de la CS-22 de la segunda fase, y prolongarlo hasta las proximidades del término municipal de Castellón con Almassora, en una longitud aproximada de 900 metros.

El trazado del carril ocupará una parte del arcén de la carretera y la zona de la cuneta. También se reducirá el límite de velocidad del tramo de travesía desde los 80 a los 60 km/h con el fin de calmar el tráfico y compatibilizarlo con el uso ciclopeatonal.