Uno de los grandes eslóganes de la provincia para atraer turismo siempre ha sido el de la existencia de 300 días de sol al año. Ahora está cerca de ser también válido para la energía fotovoltaica, pues el sector confía en un renacer del negocio tras varios años de parálisis en una tierra en la que el sol luce la mayor parte del año. Y es que las múltiples empresas interesadas en ubicar estaciones de energía solar en la provincia prevén que la reciente reforma de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP) facilite el despegue de unas inversiones que en el caso de Castellón podrían rondar los 1.000 millones de euros «en tres o cuatro años».

Son palabras del presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del Sector de la Energía (Avaesen), Marcos J. Lacruz, para quien el sector fotovoltaico tiene un «enorme potencial para crecer tanto en Castellón como en el resto de la Comunitat». De hecho, es un estudio de esta asociación el que concluye que la provincia podría asumir entre 800 y 1.000 megawatios de los 3.000 que prevén proyectar en toda la Comunitat. Ello supondría una inversión potencial de entre 800 y 1.100 millones de euros y la creación de alrededor de 500 puestos de trabajo, «la mitad estables y de larga duración», según Lacruz.

AGILIZAR LOS TRÁMITES // «Si no hay más propuestas es por la falta de un marco legislativo estable y por las dificultades de integración en la red», apunta el responsable de Avaesen. La segunda cuestión es un reto tecnológico de las empresas, pero la primera ya tiene solución, pues la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, presentó recientemente en Les Corts la modificación de la LOTUP que permitirá agilizar la tramitación. Y es que la nueva normativa permite prescindir de la Declaración de Interés Comunitario en varios supuestos, entre ellos si están en zonas rurales.

EN EL INTERIOR // Esta reforma ya la avanzó en el reciente debate de política general el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que la enmarcó en «el impulso de la Comunitat Valenciana como tierra de energía solar», y también como una fuente de empleo para los municipios del interior, muy castigados por el fenómeno de la despoblación.

En este sentido se expresan también fuentes de la empresa castellonense Valfortec, que confirman tanto la confianza en la reactivación del sector como en las bondades de la misma para las zonas rurales, pues deberán situarse en estas comarcas por una cuestión de espacio. «Habrá trabajo para las empresas locales de obra civil y, sobre todo, mucho empleo de calidad e indefinido para realizar el mantenimiento de las plantas», afirmó un portavoz de la compañía, que ya trabaja en varios proyectos en la provincia, uno de ellos para instalar 30.000 módulos y ofrecer una potencia de 10 megawatios.

Esta firma es un buen ejemplo de lo que ha ocurrido en los últimos años con las renovables en la provincia. Y es que, tras comenzar el siglo con mucha actividad, la llegada de la crisis y la retirada de las ayudas gubernamentales a este tipo de energía provocaron que buscaran proyectos fuera de España. Trabajaron sobre todo en Reino Unido, Chile y Japón, y ahora preparan el regreso a casa para trabajar tanto en proyectos de autoconsumo familiar y de edificios como en grandes plantas como la mencionada.