No hay duda sobre el impacto negativo que la pandemia origina en la economía de Castellón, como lo atestigua el rápido crecimiento del desempleo o la desaparición de más de 1.000 empresas en los dos últimos meses. A pesar de ello, hay otros indicadores que apuntan a sectores que aguantan el tipo, al menos por el momento.

El buen comportamiento de la industria cerámica y de la venta de cítricos ha supuesto que Castellón rompa la tendencia general, y haya aumentado sus exportaciones en marzo. Lo hizo en un 5,7%, con una cifra de 669,5 millones de euros, cuando la caída en el conjunto del país fue del 14,5%, mientras que en la Comunitat hubo un descenso del 2,6%.

Los datos aportados ayer por el Instituto de Comercio Exterior (Icex) revelan que el primer mes de declaración del estado de alarma (a partir de la segunda quincena) arrojó un balance positivo. La causa más probable es un acopio de productos ante el aumento de las dificultades para el comercio internacional por el coronavirus. Las estadísticas de abril y de mayo serán las que aporten una perspectiva más precisa.

El detalle de los movimientos al exterior de Castellón correspondientes al primer trimestre del presente año indican que los cítricos experimentaron una subida del 19,9%, debido al repunte de la demanda en toda Europa ante el avance de la pandemia. La ventas en este periodo fueron de casi 300 millones. En cuanto a los productos cerámicos, se mantienen como el elemento con mayor peso en las exportaciones, con 665 millones y un avance del 3,7% respecto al mismo periodo del año anterior.

CAÍDA EN ABRIL / Será dentro de un mes cuando el Icex disponga de los datos correspondientes a abril, aunque ya existen datos que anticipan un resultado mucho menos satisfactorio. La Cámara de Comercio de Castellón informó recientemente de que los certificados de origen a terceros países tramitados desde la institución en el pasado mes bajaron un 32%. En cambio, en marzo se mantuvieron estables. Desde la patronal azulejera, Ascer, detallaron la semana pasada que la caída de la facturación fue del 45%, con una disminución de 160 millones. La demanda de pedidos alcanzó al 50%.