La trufa de Castellón y sus derivados --aceites, licores o quesos aromáticos-- tomaron ayer el Mercado de la Trufa de las Aulas. La feria se consolidó un año más como un reclamo turístico y gastronómico indispensable, que promueve los productos de Castelló Ruta de Sabor, con este hongo del interior como plato fuerte en los estands de productores locales.

Esta vez la jornada contó con un total de 26 participantes, seis más que la edición pasada, que pusieron de manifiesto sus mejores artículos culinarios para el disfrute de vecinos y visitantes.

El presidente de la Diputación, José Martí, la diputada de Turismo, Virginia Martí, y el diputado de Desarrollo Rural, Santi Pérez, no dudaron en visitar la feria y felicitar a los productores castellonenses. Además, aprovecharon el evento para interesarse por la producción de los alimentos y para recoger mejoras para darle «un nuevo impulso» al género made in Castellón. Virginia Martí resaltó su «ilusión por este proyecto», porque la gastronomía es «una gran oportunidad para crecer». Y añadió que exprimirán «este sello y todo lo que le rodea para estimular económicamente las comarcas del interior», subrayó.

Entre los puestos, el público pudo encontrar productos originarios de pueblos como El Toro, Benassal o Vilafranca. Estos últimos, en representación del restaurante L’Escudella, promocionaron una experiencia trufera totalmente personalizada, que incluye la recogida del hongo, con explicaciones detalladas, para terminar con una degustación de ocho platos trufados en el establecimiento. Emilio Pons, dueño del local, mostró su agradecimiento a Castelló Ruta de Sabor porque «antes no existía motor económico para el turismo de interior, y ahora tenemos muy buena acogida entre enero y marzo, en temporada de trufa, incluso mejor que en agosto», aseguró.

La jornada contó con showcookings, y el público pudo disfrutar de la cocina en directo de paellas de Castellón o del proceso de producción del aceite trufado. La afluencia de visitantes fue constante gracias a las altas temperaturas pero, sobre todo, al dinamismo musical y lúdico del que pudieron ser partícipes los más pequeños y las familias, una de las novedades de la edición.

El presidente Martí señaló que «gracias a este Mercado de la Trufa se dan a conocer productos de maravilla», y animó a los presentes a consumir la gastronomía local en estas fechas navideñas.