Casi 7.000 millones de euros. Concretamente, las empresas castellonenses exportaron el año pasado productos por valor de 6.864 millones de euros, lo que supone un nuevo máximo histórico. La provincia basó su crecimiento (del 5,95%, el mayor de la Comunitat, aunque lejos del 8,9% estatal) en la mejoría de prácticamente todos sus sectores, fundamentalmente los vinculados a la industria azulejera (cerámica y fritas), la naranja (que volvió a incrementar sus envíos a pesar de los problemas en las dos campañas que se desarrollaron parcialmente en el 2017) y el biodiésel, que protagoniza una escalada vertiginosa en los últimos años y se sitúa como el séptimo producto que más parte desde Castellón hacia el mundo.

Entre el top ten de los sectores más exportadores, el año pasado tan solo cayeron los que tienen origen en el polígono del Serrallo. La parada de mantenimiento de la refinería de BP Oil España motivó un descenso en la exportación de gasolinas y gasóleos y en la de materias primas plásticas, las que se fabrican la planta de UBE, que se nutre, en parte, de productos de la refinería.

Así las cosas, la desaceleración de la exportación cerámica en la recta final del año (en diciembre los envíos cayeron un 4%) hizo que esta rama industrial cerrase el ejercicio con un incremento de un 4,5%). De esta manera, las exportaciones de azulejos y baldosas suponen más de uno de cada tres euros que salen de la provincia. Eso sí, para el primer trimestre de este año «se espera que siga percibiendo» esta dificultad a la hora de exportar, apunta el jefe del área de Internacionalización de la Cámara, Joaquín Andrés.

Un crecimiento mayor experimentó la industria de las fritas y esmaltes (+6,7) y también es destacable el aumento de los comercios y cooperativas citrícolas; junto al citado biodiésel. Asimismo, los automóviles y sus piezas; y las tuberías para la manipulación de fluidos también aumentaron de forma relevante sus envíos.

Más actividad

Esto no hace sino confirmar la mejora de la actividad económica. Y lo refrenda la importación, que rompió la tendencia negativa de los últimos tres años y creció un 18,8%. Y es que los principales productos que se importan son materias primas necesarias para la actividad en la refinería, las industrias azulejeras y esmalteras, y las plantas de UBE y de biodiésel.