Un mes después de los atentados terroristas en Cataluña y tras la puesta en marcha de medidas para frenar un posible ataque en la ciudad, con la colocación de barreras físicas en varios puntos, Castellón ha acogido una junta extraordinaria de seguridad en la que se revisó el trabajo realizado, se actualizó el plan de seguridad local y se diseñó un mapa de zonas sensibles donde ubicar más obstáculos que actúen de cortafuegos en caso de ataques.

«Castellón está aumentando su seguridad con más obstáculos en más calles y puntos estratégicos», explicó el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, que presidió la reunión celebrada en la tenencia de alcaldía del Grao junta a la alcaldesa, Amparo Marco, y los representantes de todos los cuerpos de seguridad. En este mapa de seguridad se han dibujado los lugares de Castellón con mayor afluencia turística, así como zonas emblemáticas, de concentraciones o de celebraciones, y calles estratégicas donde se impedirá el acceso de vehículos.

Aunque desde la delegación del Gobierno prefieren no desvelar cuáles son estos puntos, sí que ha trascendido la colocación de bolardos, jardineras o maceteros en zonas como la avenida del Rey, inmediaciones del estadio Castalia, la calle Trafalgar y el paseo Buenavista del Grao. A estos se sumarán en otras ubicaciones, durante la celebración de eventos que reúnan a gran cantidad de público, vehículos policiales cruzados, como ya se venía haciendo en Magdalena, Navidad, Sant Pere o Sant Joan.

Por otra parte, Moragues avanzó que representantes de la Policía Nacional y del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) ofrecerán jornadas informativas y de formación antiterrorista para policías locales con el objetivo de maximizar la coordinación.

Descenso criminalidad

En la junta, se abordaron los datos que reflejan un descenso en la criminalidad, que en el ámbito autonómico lidera la provincia. Si la bajada de infracciones penales en la Comunitat es de -2,9%, en la provincia de Castellón es de -9,1% y en la capital, del -13,4%. Más cifras: la provincia se sitúa por primera vez en toda la serie histórica por debajo de los 40 delitos por cada mil habitantes (concretamente en 39,5); y la capital está por debajo de los 30 delitos por cada mil habitantes (27,8).