El dato de balance de firma de hipotecas del 2020 demuestra que Castellón, como ya publicó Mediterráneo, está atravesando por la crisis del covid-19 por un camino distinto al que marca la media nacional en lo que a impacto sobre su economía se refiere. Y es que en un contexto marcado por un claro descenso de la actividad, la provincia no solo no pierde sino que gana en volumen de préstamos concedidos respecto al 2019.

No solo eso. Castellón marca el registro más alto de concesión de hipotecas desde el 2011, por lo que parece que el coronavirus no ha arredrado a los compradores. En concreto, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) dados a conocer ayer, se firmaron 4.681 durante el 2020, por encima de las 4.274 del 2019. Un 9,3% de incremento que contrasta con el descenso del 7,6% que marca la media nacional.

«Deberíamos haber bajado un 20% por haber estado dos meses y medio parados en el confinamiento, y sin embargo hemos vendido más, en mi caso un 10%», detalla Joaquín Estañol, delegado en la provincia de la Asociación Valenciana de Inmobiliarias.

Estañol achaca esta tendencia a varios motivos: «Ha habido mucho movimiento de gente que quiere salir de la ciudad. Se están vendiendo casas de pueblo y en la costa más que nunca. Castellón, además, está viviendo una tendencia alcista hace un par de años que ya se dio en València, y encima los precios son bajos. La gente también ha ahorrado mucho en la pandemia por la caída del consumo».