Por tierra, mar y aire. Castellón cerró ayer las celebraciones del 767º aniversario de su fundación con una jornada matinal de puertas abiertas en el aeroclub que arrastró a numeroso público, que se mostró curioso con los bautismos de aire y las exhibiciones de paracaidismo en pleno vuelo, mientras en las instalaciones del Grao se podía ver, y probar, los vehículos y dispositivos de la exposición del Escuadrón de Apoyo al Despliegue del Ejército del Aire, que causó sensación entre pequeños y mayores de un público 100% familiar. La alcaldesa, Amparo Marco; y el teniente alcalde del Grao, Rafa Simó, atendieron a las explicaciones de cada uno de los estands en su visita.

En PortCastelló, la nao Santa María, la célebre nave capitana de Cristóbal Colón, con sus cinco velas ondeando al viento y sus 29 metros de eslora, causó sensación en su último día de visitas, después de un fin de semana de órdago sobre su cubierta, donde los castellonenses podían soñar con el descubrimiento de América.

Pendientes de la lluvia prevista, que no cambió los planes del cumpleaños de la capital, los castellonenses se han volcado con las actividades, sobre todo el sábado y ayer domingo, aprovechando el fin de semana. Tres jornadas que se cerraron anoche con la última de las sesiones de las justas medievales en la plaza de toros, que, si bien estuvieron dedicadas el sábado al rey En Jaume I, ayer rindieron pleitesía a su esposa, Na Violant d’Hongria, personificada por la dama de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta 2018, Ana Goterris, que desfiló junto a sus dones de companya y una delegación de la institución festera desde la plaza Mayor hasta el mercado medieval frente al coso de Pérez Galdós, en una recreación histórica que tomó el boato y la espectacularidad de las espadas alzadas y la reina en persona desfilando por la arena hasta tomar posesión del trono, en una mirada al pasado de la ciudad.