El regreso de las terrazas para tomar un café o unas tapas y el comercio, disponible ya sin cita previa, reanimó la vida en las calles del Castellón de la fase 1. Solo 91.000 personas de los 31 municipios del departamento de salud de Vinaròs --apenas el 15% de la población de la provincia-- pudieron disfrutar del sabor de la libertad (posibilidad de ir a la segunda residencia dentro de su área) y de reestrenar servicios habituales antes del covid-19.

El área privilegiada, con bastiones turísticos como Morella, Peñíscola o Alcossebre; y grandes núcleos de población con ejes comerciales, como Benicarló o Vinaròs, vivieron una primera jornada de fase 1 con luces y sombras, con dudas por el protocolo y las medidas de seguridas de pymes y cliente. En pruebas.

La hostelería pudo por fin reabrir terrazas, aunque a medio gas (permitido solo esta zona al 50% de aforo) y no todas, y con dudas sobre el protocolo de seguridad. Muchos negocios llevaban casi dos meses cerrados, pues no se habían acogido a la opción permitida de entrega a domicilio y, después, a la de recogida, y ayer se convirtieron en testigos de reencuentros de amigos y familiares, que quedaron para verse, al estar ya autorizado.

En Peñíscola, el presidente de Agretur, Francisco J. Ribera, explicó que «habrá abierto apenas un 5% de terrazas, para servir sobre todo almuerzos y cafés a los vecinos. Es consumo local. Hay otros más enfocados al turismo a los que aún no les compensa. Pero sí había ganas de salir». Y el mismo factor pesa en los hoteles, «no sé si habrá abierto alguno pequeño pero no se prevé hasta mediados o final de junio. Se están preparando». Con todo, mercados emisores como Madrid avanzan ahora a otra velocidad, anclados en la fase cero y por tanto más lejos de la movilidad interprovincial. Todo está por ver.

Hoteles situados en la zona de fase 1, como el Teruel de Vinaròs, sí se activaba ayer para albergar trabajadores esenciales. El Peñíscola Plaza anuncia su vuelta para el 19 de junio y el Gran Hotel de Peñíscola lo baraja a partir del 21, pues mientas trabaja por adaptarse al covid-19 y conseguir el sello de alojamiento seguro.

En la línea, el presidente de Ashotur, Carlos Escorihuela, valoró que «son muy pocos hosteleros los que abren porque no hay turismo, no todos tienen terraza. Hay despiste. Hoy había clientes aunque no aglomeración. Quizás a lo largo de la semana se incorporará alguno más. El momento clave será cuando se permita la movilidad entre provincias».

Zona de compras

El eje comercial de Benicarló y Vinaròs (con 400 tiendas), animado, reabrió al 90% --en Morella, sobre el 70%-- y estrenó la posibilidad de abrir ya sin cita previa, en esta fase, con prendas higienizadas y un tercio del aforo. La alegría se notaba en la calle, con vecinos llenando el centro. ¿Ventas? Aún no tienen balance, indicó la secretaria general de Covaco Castellón-Confecomerç, Tere Esteve, quien agregó que las tiendas de textil se van equipando con «gel, guantes, mascarillas y vaporetas».

Multas desde 601 euros por cruzar la ‘frontera’ sanitaria

Si de Torreblanca (fase cero) te vas a tomar un café o a tu piso de Alcossebre (1), te enfrentas a sanciones desde 601 euros, según Subdelegación del Gobierno en Castellón.Y tampoco de Alcanar a Vinaròs (fase 1 pero distintas provincias). El consistorio de Alcalà de Xivert ha recibido consultas y clarificado: se puede ir a les Coves y Torreblanca, vecinas, por trabajo, médico...

Un 85% de la población de Castellón, atrapada en la fase cero

Solo unos pocos privilegiados del norte de Castellón, de la demarcación de salud de Vinaròs, pasaron ayer a la primera fase de la escalada. Pocos del todo, puesto que el 85% de la población castellonense se quedó atrapado en la cero. En el 77% de los municipios, todo siguió igual. Según el Instituto Nacional de Estadística, la provincia tiene 579.962 habitantes, y solo 91.000 se hallan en el área de salud que pasa.

La zona cero se quedó ayer sin terrazas abiertas, sin tiendas abiertas sin la exigencia de la cita previa o sin poder trasladarse a su segunda residencia, si se encontraba en su zona. Y también sin el reencuentro con familiares y amigos, hasta diez. Tras el jarro de agua fría del anuncio del Gobierno del viernes, las pymes, aún enfadadas, se han rearmado. «Si la semana pasada en la zona cero había abierto un 20% de comercio, desde ayer funciona el 60%. Hay muchas más. Lo tenían todo a punto y darán servicio, pero con cita, e incluso lo prefieren. Están entre media y una hora por cliente y supervisan que no toquen el género », indicó Tere Esteve, de Covaco-Confecomerç.

Marina d'Or regresa el 1 de julio

¿Y la hostelería? No ha podido abrir hoteles ni terrazas. Todo paralizado. Solo volvió Plana Parc, de les Alqueries, para alojar a trabajadores esenciales; y Marina d’Or, en Orpesa, anunció su regreso el 1 de julio. Ashocas indicó que los bares han congelado el género comprado esperando abrir una semana más tarde y tramitan las terrazas. Ashotur, que da servicio de asesoría a hosteleros, estos días ultima los proyectos de terrazas con ingenieros. Y Altur-Hosbec exigió ayer un acuerdo único estatal sobre los ERTE.

Vilafranca, Ares y Castellfort, ‘en tierra de nadie’, piden pasar de fase como Ademuz

Municipios libres de covid-19 y pertenecientes a comarcas que sí pasan a la fase 1 como Vilafranca, Ares del Maestrat y Castellfort mostraron su rechazo y denunciaron «discriminación» por la decisión del Ministerio de dejarles en el escenario 0 al pertenecer a otro departamento de salud. «No entendemos que a un pueblo de poco más de 200 vecinos, sin casos, se le trate igual que a la ciudad de València o Madrid», comenta la alcaldesa de Castellfort, Rosa Adela Segura, quien agrega: «Hemos pedido a Conselleria pasa de fase y que actúen con nosotros como con el Rincón de Ademuz, donde se ha reclamado el cambio de fase». También la alcaldesa de Vilafranca, Silvia Colom, señaló: «Hemos hecho las cosas bien. No tenemos contagios en la residencia y cumplimos todo». INFORMA Javier Ortí