Los expertos en el sector inmobiliario suelen advertir de que las tendencias del sector llegan tarde a Castellón, para bien y para mal. Así, si el repunte de los precios de los pisos tardó en asentarse en la provincia y no fue tan pronunciado como en otras ciudades más grandes, ahora el frenazo en las ventas que se detecta en los entornos urbanos más masificados todavía no se atisba. La prueba es que, según los datos del Colegio Oficial de Registradores de la Comunitat, Castellón fue durante el segundo trimestre del 2019 la cuarta provincia donde más pisos se vendieron teniendo en cuenta la población.

En Castellón se efectuaron 2.321 compraventas de vivienda en esos tres meses, lo que supone 4,07 operaciones por cada 1.000 habitantes. Esta lista la encabeza Alicante, que en buena medida se dispara del resto de zonas con un importante dinamismo inmobiliario porque, además de las compras de ciudadanos españoles, también tienen un peso muy importante las operaciones realizadas por extranjeros.

SIN CAÍDA // En números absolutos, en la provincia el sector inmobiliario se mantiene al alza, pues la cifra del segundo trimestre (2.321 inmuebles traspasados) es un 8,3% superior a la de los tres primeros meses del año y es el mejor trimestre desde el año 2008. Entre las causas destaca la implantación del nuevo cálculo del Euríbor, que se estrenó en mayo y tuvo un efecto inmediato en Castellón, pues la firma de hipotecas se disparó y marcó, con 505, el mejor dato desde el 2011.

Si hay una cuestión determinante en el sector inmobiliario castellonense es que la digestión del boom inmobiliario previo a la crisis sigue siendo pesada. El estoc de vivienda usada apenas se ha podido reducir un 20% en los últimos nueve años, de forma que en la provincia sigue habiendo 25.634 inmuebles construidos en esa época sin vender. Este hecho, según el portavoz en Castellón, de la Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat, César Estañol, es una de las causas de que los precios hayan subido con mucha contención y que en algunos casos --como los municipios menos poblados-- apenas lo hayan hecho. «Lo lógico es que el coste suba solo a medida de que se agota el estoc existente», apuntó.