Cuando los primeros pagos a los agricultores confirman un cierre de campaña citrícola rentable, como informó Mediterráneo, desde el sector se espera que la próxima temporada sea buena, con un volumen de cosecha que compense la fuerte caída sufrida en la que, además, se logre mantener precios rentables.

Es la valoración que realizó este lunes el presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, antes de sumarse a la celebración de la Virgen de la Naranja en Castellón.

Según Guinot, «este año puede ser en el que recuperemos el descenso de la producción, y al mismo tiempo mantener los precios, porque, en principio, la calidad de la fruta va a ser fantástica y la exportación puede seguir siendo muy positiva», aunque matizó que esta expectativa se cumplirá, siempre que la climatología muestra una buena evolución.

Por su parte, el presidente de la organización que agrupa a las empresas exportadoras de frutas de la provincia, Asociex, Jorge García, hizo una valoración igualmente positiva de la previsión para la próxima campaña de cítricos, si bien dijo que «es un poco pronto, pero está claro que hay una muy buena floración y la verdad es que no hay nada que nos diga que el año que viene pueda haber menos cosecha».

INSISTIR EN CHINA

Jorge García señaló en cuanto al trabajo en mercados exteriores concretos que hay expectativas de que en la próxima campaña los resultados mejoren en China, un país en el que esperaban «que las cosas hubieran ido mejor este año», estimación que no se ha cumplido, entre otras razones, «porque tal vez el mercado no estaba tan preparado» como se pensaba, y porque «la fruta no tenía la calidad que debía al llegar al destino».

Por otra parte y en cuanto al balance de la campaña que termina ahora, el presidente de Asociex destacó como «muy buena» la primera parte, la correspondiente a las mandarinas (incluye la variedad clemenules, principal producción castellonense), mientras que la segunda parte, según manifestó, «ha ido mal».

Del lado de los agricultores, el presidente de Fepac-Asaja hizo un balance «muy positivo», a pesar de la merma de la cosecha en relación a la temporada precedente porque, apuntó, «los precios han sido más elevados y, por lo tanto, rentables en el campo».

En todo caso, Guinot planteó la petición de que se resuelvan dos problemas que afectan a los citricultores castellonenses. Por un lado, que los controles fitosanitarios a la produccion de terceros países, como Sudáfrica, se realicen en Castellón, y no en Holanda, para que sean más estrictos y, por otro, apuntó como la única solución factible para el déficit estructural de agua que padece la provincia, el trasvase del Ebro.

MENOS PRODUCCIÓN

Por otra parte, en este cierre de campaña, el último aforo realizado por la Conselleria de Agricultura revela que la caída de la producción citrícola castellonense, de una media estimada en septiembre de más de 188.000 toneladas (en torno al 23%), al pasar de 800.606 toneladas (Tm) en la campaña 2016-2017, a una previsión de 611.800, es aún de cerca de 5.000 Tm más. El descenso se concentra en el grupo de mandarinas, que se queda en 494.581 Tm, 7.662 menos que las inicialmente estimadas: 502.312. Es una reducción compensada por el alza en las naranjas, que el aforo actual sitúa en 111.504 Tm. H