Septiembre todavía es época de mosquitos. Aunque el mes dé un pequeño respiro al calor sofocante de agosto, trae consigo lo peor del verano: las picaduras de estos insectos, que pueden experimentar un repunte en estas cuatro semanas entre las que se prevé la gota fría mediterránea.

Así lo avanzó el doctor Rubén Bueno, de laboratorios Lokímica, que avisa de que en Castellón se va a extremar la campaña antimosquitos --reforzada por la Diputación como ayer publicó Mediterráneo-- con inspecciones periódicas sobre todo en los principales focos como la Marjaleria del Grau. «Ahora es cuando no podemos bajar la guardia porque las temperaturas siguen siendo más que adecuadas para la proliferación de los mosquitos», manifiesta Bueno.

Brigadas de emergencia

Desde su laboratorio han realizado multitud de fumigaciones durante el periodo estival y, por el momento, continúan monitorizando todos los puntos donde suele producirse la cría de larvas. «Tenemos activadas las brigadas de emergencia, que se incrementarán en función de las necesidades detectadas en cada zona, para hacer frente a los próximos episodios de lluvias torrenciales», apunta.

La Diputación, consciente de la problemática tras la avalancha de quejas vecinales, amplió los trabajos con la incorporación de nuevos vehículos (de Lokímica) al plan provincial contra los mosquitos en la campaña de 2020 para intensificar los tratamientos contra la plaga en las zonas húmedas y de marjal, con capacidad para intervenir dentro del agua.

Además, como método de prevención para este lapso posvacacional, Rubén Bueno recomienda tener muy en cuenta los objetos que se dejan fuera de casa porque son «focos ideales» para la procreación de estos molestos insectos.

Vuelta a la rutina

Expertos en este área alertan a la ciudadanía a «extremar precauciones» ahora que suele acontecer el cambio de residencia al finalizar las vacaciones. «Cuando nos mudamos al apartamento de verano, nos acercamos al hábitat natural de los mosquitos, y a la vuelta se queda libre, perfecto para anidar», manifiesta Bueno.

El químico remarca la importancia de guardar aquellos recipientes que puedan acumular agua, como pueden ser una piscina hinchable, un cubo de fregar o el cuenco donde bebe el perro, espacio «suficiente» para que se desarrolle el mosquito tigre, dado que para criar le basta con «un depósito pequeño», aclara, ya que las zonas más comunes en las que aparece esta especie, en contraste con la marjal --donde los protagonistas son el aedes caspius y el culex pipiens-- se ubican en los patios de urbanizaciones, simples terrazas con vegetación o cualquier área privada deshabitada.

Como avanzó este diario ayer, la Diputación de Castellón incorporará este mes en toda la provincia el tratamiento con insecticida granulado de liberación lenta, tras comprobar los «exitosos» resultados de Peñíscola.