Castellón sigue ganando población, consolidando una tendencia que comenzó en el 2017. Lo está haciendo poco a poco, y todavía falta para llegar a los niveles de principios de la década pasada, cuando la provincia superaba los 600.000 habitantes. A 1 de enero del 2020, últimos datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuenta con 585.590 habitantes, 5.628 más que en el 2019, un incremento en el que son protagonistas los ciudadanos extranjeros.

Este colectivo absorbe la mayor parte de esta subida, ya que ha pasado de estar representado por 84.111 personas a 88.992 a 1 de enero del año pasado. También hay más españoles, aunque en este caso el incremento es bastante más pequeño, de solo 747 personas.

Fueron precisamente la llegada de ciudadanos de otros países la que, a principios del 2000, hizo que la población de la provincia se disparara. Las oportunidades de trabajo que ofrecía un territorio cercano entonces al pleno empleo actuaba como atractor para muchas personas que buscaban una oportunidad. Así, se paso en solo una década de 474.385 habitantes a 604.274. El pico se alcanzó en el 2012, con 604.564.

A partir de ahí, a causa de la crisis económica, la provincia empezó a perder mucho volumen de población, sobre todo extranjera, hasta llegar a los 575.470 del 2017. Desde entonces, la recuperación es modesta pero continua.

En este sentido, el gran reto es conseguir que los pueblos del interior de la provincia afectados por la despoblación logren atraer a nuevos vecinos, un reto en el que están participando la Diputación y la Generalitat.