Los municipios de Castellón intensifican los tratamientos y el control sobre las plagas tras el brutal repunte de mosquitos. Aunque el verano está dando sus últimos coletazos y con el otoño llamando a la puerta oficialmente el próximo viernes, los ayuntamientos de la costa de Castellón no bajan la guardia en la plaga de los dípteros tras detectar que la eclosión de las larvas se ha acelerado por las últimas lluvias y las temperaturas son todavía elevadas, y con efectos sobre la población, que eleva el tono de las quejas.

«Hemos reforzado las tareas en los puntos más calientes del mapa de los mosquitos en Almenara, Moncofa, Burriana, Nules, Torreblanca y Cabanes, y con la previsión a corto plazo de no aminorar la marcha ante la previsión de nuevas lluvias y de que las temperaturas se mantengan aún altas en las próximas semanas». Rubén Bueno, responsable de la empresa de control de plagas Lokímica, pone el acento en que «hay que focalizar también un mayor control en segunda residencia para no dejar focos de pequeño tamaño, con agua estancada, por ejemplo, en jardines, plantas o piscinas. Hay que tener más cuidado. Todo suma».

«Las revisiones son más frecuentes y, si se perciben repuntes, se actúa con contundencia», señala Bueno. «La semana que viene se esperan más lluvias», añade. «No se puede bajar la alerta hasta que no haga frío de continuo, sin los sube y baja en el mercurio y lluvias intermitentes».

Aun así, las quejas de los vecinos se han ido multiplicando en las últimas semanas, de los veraneantes, que han ido cerrando sus casas de vacaciones, y entre los residentes, algunos de todo el año, que critican que «los tratamientos que se hacen son ineficaces», desde Nules a Castellón, Almassora o Burriana. Y a esto se suma el avance del mosquito tigre, detectado ya, según la Conselleria de Sanidad, en 58 municipios de la provincia desde el pasado mes de febrero. «Este año se está alargando la campaña un poco más y por eso se están intensificando las actuaciones en zonas muy localizadas», señala el responsable de Lokímica tras las diversas críticas vecinales.

REBROTES DETECTADOS

En Benicàssim, tal y como apunta la concejala de Sanidad, Vanessa Batalla, consciente del repunte, «de tres tratamientos semanales se ha pasado a cuatro, en las zonas urbanas en las que se han detectado rebrotes», recuerda.

En Castellón, y pese a las críticas de numerosos vecinos de la Marjaleria sobre que «hay tantos mosquitos que no se puede ni salir a la terraza», fuentes de la Concejalía de Medio Natural definen la situación de «normalidad». «Los trabajos contra los mosquitos siguen dentro de los planes anuales establecidos, con tratamientos larvicidas y actuaciones en distintas zonas del término municipal, atendiendo los avisos que se van produciendo y que entran en una situación de normalidad. No ha habido casos excepcionales ni por lluvia ni temperaturas, hasta el momento».

Desde la Diputación, el diputado de Medio Ambiente, Mario García, explica que «es necesario que los municipios sigan con sus tratamientos hasta finales de octubre, porque no hay que cerrar ese ciclo porque se acabe el verano, sino que hay que intervenir ahora para que la campaña del año que viene no sea tan virulenta, sobre todo en las zonas de marjal y en las que no estén pegadas a la costa, más propicias, por si se vuelven a dar las condiciones para la eclosión de nuevas larvas y el rebrote de la plaga». //