El invierno demográfico continúa en la provincia de Castellón. Los nacimientos remontaron levemente en la primera mitad del 2016 después de siete años de caídas. Pero esta situación no logra contener la pérdida de población, debido al envejecimiento.

En el primer semestre del ejercicio las castellonenses dieron a luz 2.464 bebés, es decir, 32 más que en el mismo periodo del 2015. Un hecho llamativo puesto que desde el 2008 la cifra disminuye año a año (ver cuadro adjunto). Así lo reflejan los datos del Movimiento Natural de la Población publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística.

En el conjunto de España tampoco se frena la sangría, pues de enero a junio hubo 195.555 partos, lo que supone un 4,6% menos que en el año anterior. Y en la Comunitat Valenciana bajaron un 5,1%, sumando 19.743.

La tasa de natalidad siguió bajando en el 2015, pasando de 9,3 nacidos por cada mil habitantes a 8,9 en la provincia, y la edad de maternidad también fue en aumento, hasta 31,75 años.

Con estas mimbres no es de extrañar que la población no remonte. En los seis primeros meses de este año fallecieron 2.629 personas en la provincia y nacieron 2.464 bebés, lo que implica la pérdida de 165 habitantes. Y ello se suma el dato de que disminuyó la mortalidad (-9,8%).

La tendencia se repite en la Comunitat, donde los decesos descendieron un 7,8%, igual que en el resto del país. Así las cosas, el crecimiento vegetativo fue negativo en España (-12.998 personas) durante la primera mitad del año. En la Comunitat también resultó negativo (-2.046), aunque en el ejercicio 2015 fue de -2.830 personas, lo cual indica un freno en la pérdida poblacional.

Desde esta perspectiva, el Foro de la Familia considera que hacen falta medidas de apoyo a la natalidad. Por ahora el sistema se sostiene, pero a este ritmo en no mucho tiempo surgirá un problema social realmente serio. El número de hijos por mujer es de 1,33, lo que no es suficiente para el reemplazo generacional.