La caída del turismo en Castellón durante el año 2018, que afectó tanto al número de viajeros como a las pernoctaciones, vino acompañada de la pérdida de 306 camas hoteleras en la provincia. Así se desprende de un informe hecho público ayer por la consultora Tinsa que coincide con los de la patronal Altur. Esa caída en el número de plazas se sitúa entre el 1 y el 2%, según el estudio citado.

El principal motivo de esta pérdida es el cierre de cinco negocios hoteleros en Castellón durante el año anterior, según la asociación empresarial. Esto también tuvo como consecuencia la pérdida de 24 puestos de trabajo en el sector, que se sitúan en la actualidad en los 2.052 y que no crecen pese a los esfuerzos de empresarios y administraciones por desestacionalizar un sector clave para la provincia.

Como en el caso de los viajeros, la caída de camas para visitantes en Castellón contradice la tendencia existente en la Comunitat, pues según el citado informe de Tinsa las plazas donde dormir crecieron entre el 3% y el 6% en las provincias de Valencia y Alicante.

Uno de los motivos, según destacaron desde las dos patronales turísticas (Ashotur y Altur), es el crecimiento de los pisos turísticos en la provincia, que es especialmente importante en todo el área litoral. En concreto, y según el registro de Turisme Comunitat Valenciana, en la actualidad existen 13.436 apartamentos destinados a ese uso en la provincia, 2.813 más que el 2017. Los hoteleros se sienten perjudicados por esta competencia.