El Ayuntamiento de Castellón activará este año la reivindicada obra de reforma del camí la Ratlla, para lo que reservan una partida de 30.000 euros. Una cantidad que apenas será suficiente para impulsar el proyecto, que está valorado en más de un millón de euros y que prevén costear a través de inversiones financieramente sostenibles. El proyecto para remodelar el camino, que aunque discurre por el término municipal de la capital, linda con Benicàssim (el carril bici actual anexo a la calzada está en suelo benicense) era una de las obras que querían abordar, en principio, entre ambas administraciones municipales. Sin embargo, por ahora es la de Castellón la que ha dado el primer paso y ha elaborado el proyecto para adecuar el vial, sin contemplar ampliaciones, de momento, pero sin cerrar la puerta a que en un futuro pueda crecer hacia Benicàssim. Según fuentes municipales, la capital tiene previsto invertir más de un millón de euros en el 2019, a través de inversiones financieramente sostenibles, para el acondicionamiento del camí la Ratlla, con la adecuación de una zona para peatones, el carril bici y la acequia, que no cubrirán para canalizar mejor el agua hacia la acequia l’Obra. Una acequia en la que también prevén invertir otros 700.000 euros para mejorar los sistemas de bombeo.

Desde Benicàssim, lo último que manifestaron sobre una futura mejora del camino es que están «a la espera de la delimitación oficial del humedal del Cuadro de Santiago y del informe de la Confederación Hidrográfica del Júcar que lo autorice».

DEMANDA VECINAL // Los vecinos de la zona y usuarios han reiterado sus quejas en varias ocasiones, denunciando la «peligrosidad» que entraña para los peatones ante la inexistencia de aceras adecuadas. Una circunstancia que obliga a transitar junto a los estrechos arcenes de la carretera, que en algunos tramos prácticamente son inexistentes.