El Ayuntamiento de Castellón ha reiterado su voluntad de retirar la Cruz de los Caídos del parque Ribalta al considerar que se trata de «un vestigio franquista» en un espacio público de la ciudad. Una postura que refuerzan ante el requerimiento del Ministerio de Justicia de quitar los vestigios franquistas de la ciudad, en el que no se aludía explícitamente a este monumento que preside el parque Ribalta.

A día de hoy, la Concejalía de Cultura está a la espera de un informe preceptivo del secretario municipal para continuar con los trámites del derribo aprobado ya en sesión plenaria. De hecho, en el presupuesto municipal hay una partida de unos 80.000 euros que iría destinada tanto al proyecto de retirada como al de sosteniblidad ambiental posterior, por el que se recuperaría una amplía zona verde donde ahora está el monumento, devolviendo el parque al aspecto que tenía en torno a la década de los años 30.

La tramitación sigue su curso y tras la elaboración de este informe del secretario, tiene que abrirse un proceso de consulta pública, para que los interesados puedan alegar, si lo consideran oportuno, a la decisión de retirada. Además, faltaría una autorización de la Conselleria de Cultura para quitar la cruz del Ribalta.