Cambio de tendencia demográfica en la provincia de Castellón, tras seis años perdiendo población. La llegada de más extranjeros y el hecho de que haya menos ciudadanos dispuestos a emigrar son la clave. Según el avance de la Estadística del Padrón Continuo difundido ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero del 2018, había en la provincia 576.876 ciudadanos, lo que supone 1.406 personas más que, en el año 2017, cuando la cifra fue de 575.470.

Uno de los datos más significativos es el que hace referencia al número de inmigrantes, ya que, según el INE, a inicios de este ejercicio había 81.331, mientras que, en el 2017, fueron 79.636. Es la primera vez, desde el 2013, que la dinámica cambia, porque este número iba siempre a la baja. La mayoría de extranjeros residentes en la provincia de Castellón proceden de Rumania (38.377) y de Marruecos (15.208).

«Esta tónica coincide con la dinámica a nivel nacional, donde la salida de población empieza a frenarse y el flujo de inmigrantes se va recuperando, después de la crisis económica. Además, también hay algunos extranjeros que se fueron y están volviendo», resaltó el profesor de Geografía Javier Soriano, quien afirmó que la recuperación del mercado laboral y del consumo genera una mayor actividad económica y, con ella, oportunidades que atraen a personas de fuera. «A corto plazo es complicado cambiar la tendencia de los últimos años, aunque el horizonte puede ser esperanzador», indicó Soriano.

Este incremento de habitantes empadronados en la provincia también se produjo en el conjunto de la Comunitat Valenciana. El dato subió en 17.734 personas, el 0,4 % más que el año anterior, y se situó en 4.959.243 personas. En España, había, a fecha 1 de enero, 46.698.569 habitantes, lo que supone un 0,3% más.