La crisis generada por la pandemia del covid-19 y la falta de ayudas por parte de las administraciones ha obligado a los ganaderos de la provincia de Castellón a sacrificar ya a cerca de 2.000 reses -de las más de 6.000 de toda la cabaña castellonense- ante la imposibilidad de soportar por más tiempo el gasto de su mantenimiento. Así lo confirmaron ayer diferentes ganaderos castellonenses al periódico Mediterráneo.

Si bien el pasado 6 de agosto los representantes de este sector se reunieron con el president de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, donde le entregaron un documento en el que solicitaban ayudas económicas para salvar al sector de la situación agónica por la que atraviesa debido a la suspensión de los 5.000 festejos taurinos que se celebran en la provincia, la Administración autonómica todavía no ha respondido. El portavoz de la Unió de Llauradors, Carles Peris, confirmó ayer a este diario que «no hay respuesta alguna a la solicitud y la situación sigue igual». De la misma forma responde el técnico de ganadería de este colectivo, Francis Ferreres, quien destacó que están a la espera de las subvenciones de las administraciones públicas.

Mientras, la situación de los ganaderos es «agónica», afirmó el presidente de la Asociación de Ganaderos de Bous al Carrer de la Comunitat, Daniel Machancoses.

En el mismo sentido se pronunciaron los ganaderos castellonenses Pedro Jovaní, Sergio Centelles y Germán Vidal, que se encuentran «desesperanzados».

FALTA DE FESTEJOS

«Prácticamente todos hemos tenido que sacrificar reses por la situación de crisis insostenible por la que atravesamos y la falta de festejos», afirmó Jovaní, quien destacó estar totalmente «desamparados». Germán Vidal ya ha tenido que llevar al matadero alrededor de 200 cabezas de ganado «porque no hay empresa que pueda sobrevivir con cero ingresos y con los mismos gastos que siempre hemos tenido».

Sergio Centelles, por su parte, explicó que a pesar «de llevar casi 2.000 reses sacrificadas, este número crecerá porque todavía quedan tres meses para finalizar este año y es necesario hacerlo para disminuir los gastos». «Lo peor de todo es la incertidumbre porque no sabes exactamente cuántos toros puedes sacrificar por si el año que viene se restituye algún festejo y no tenemos toros para ofrecer», prosiguió el castellonense.

Por su parte, desde la Diputación Provincial de Castellón aseguraron ayer que esta administración tiene previstas ayudas por un montante total de 119.000 euros. Desde la corporación que dirige José Martí en la actualidad recalcaron el esfuerzo de la entidad, que se encuentra en un plan de contención de gasto, por reunir la cuantía en base a renuncias de otros festejos taurinos que no han sido celebrados en la provincia.

La Diputación está perfilando ya la convocatoria de ayudas y prevé su aprobación en el pleno de este mes de septiembre que se celebrará la semana que viene. Unas subvenciones que el sector califica de «insuficientes».

MEDIDAS PROPUESTAS

Daniel Machancoses, presidente de la Asociación de Ganaderos de Bous al Carrer de la Comunitat Valenciana, mantuvo ayer una reunión con los grupos políticos del PSPV y PP con el fin de reivindicar mejoras para el sector para de poder salir de la crisis en la que está inmerso en la actualidad. De esta forma, Machancoses hizo llegar a los representantes políticos en València que la carne que se sacrifica se pague a un mayor precio y que se puedan organizar tientas en las diversas fincas de los ganaderos de la provincia de Castellón y del resto de la Comunitat «para reactivar la actividad económica». Los políticos se comprometieron a «estudiarlo».