La falta de servicios básicos y empleo suficientes lastra un interior de Castellón que sufre la despoblación más que nunca, por efecto del éxodo rural iniciado hace más de dos décadas. Un reciente informe de la Fundación BBVA y el Instituto de Investigaciones Económicas (IVIE) refleja que seis de cada diez municipios --el 60%-- han perdido habitantes en los últimos 18 años (2000-2018) y tienen ahora menos que hace casi dos décadas. Son 80 de los 135.

Sin embargo, la provincia, en conjunto, registra un salto positivo en el 2018, tras encadenar previamente cinco años a la baja. Según la economista y autora del estudio, Jimena Salamanca, el factor principal sería un ligero repunte de los extranjeros. Estos siempre han jugado un papel importante en los vaivenes demográficos de Castellón y su presencia ha crecido un tímido 2%, tras un periodo importante de fuga por la caída del empleo a raíz de la crisis económica.

SUPERIOR A LA MEDIA ESTATAL / El estudio recoge que la provincia ha crecido un 21,6% desde el año 2000, por encima de la media española (15,4%), tras pasar de 474.385 a 576.898 habitantes, lo que implica que 102.516 personas más tienen su residencia fija en uno de los 135 municipios.

El litoral es claramente el lugar favorito para vivir. «La población de Castellón se ha elevado en 55 municipios --aproximadamente, el 40%-- y destacan dos por encima de la media: Orpesa y la Pobla Tornesa, con un 136 y un 116% más, respectivamente». Orpesa lidera el alza del censo provincial y la Pobla Tornesa «pasa a convertirse en uno de más de mil habitantes, al elevarse (de 558 en el 2000 subió a 1.200 en el 2018)».

Justo en las antípodas se encuentran las dos localidades que destruyen padrón de forma más acusada. «Pasan a tener menos de 100 habitantes, al perder más de la mitad de sus residentes. Son Villamalur (-55%), que tenía 141 y baja a los 63; y Herbés (-52%), de 103 cae a 49». Para Salamanca, son dos casos «críticos» del impacto de la despoblación, «condicionado por la merma de servicios y oportunidades económicas. Abandonan los pueblos los vecinos en edad de trabajar y tener niños, que se van en busca de mejores oportunidades, y cae la natalidad». Por comarcas, «en Castellón solo pierden población tres (Alt Maestrat, Els Ports y Alto Mijares), pero de ellas las dos primeras lideran la caída en la Comunitat; mientras que la cuarta que más crece de toda la autonomía es la Plana Alta», analiza.