El campo castellonense no atraviesa su mejor momento. La Unió de Llauradors i Ramaders de Castellón denuncia que en la provincia se produjeron un total de 224 sustracciones en explotaciones agrícolas y ganaderas durante el año pasado, tal y como confirma el secretario general de la entidad, Carles Peris. Una situación que supone un fuerte impacto económico que los agricultores y ganaderos tienen que asumir y a los que se suman en las últimas semanas los destrozos en las parcelas ocasionados por los jabalís, conejos y corzos, con las consiguientes pérdidas que estos daños acarrean para el sector, tal y como publicó Mediterráneo.

Se trata, en general, de robos en las fincas computados como hechos de hurto, hurto en interior de vehículo, robo con fuerza o con violencia e intimidación, además de sustracción de placas solares, sistemas de riego o grupos electrógenos «perpetrados por bandas de delincuentes», destaca el representante del sector.

De los 224 robos en la provincia, solamente han sido esclarecidos 49, lo que supone alrededor del 11% del total. Si bien es la cifra de hurtos más baja de toda la Comunitat Valenciana, esta podría incrementarse, ya que se trata solo de denuncias interpuestas, dado que el número de robos no denunciados no están contemplados. Peris insiste en la necesidad de que «por poco que hayan robado, se ponga en conocimiento de la autoridad».

RECURSOS

Desde La organización agraria subrayan, pese a los datos, la importante labor que realiza el equipo Roca de la Guardia Civil, y transmiten la necesidad de dotarles de mayores recursos y herramientas para que puedan ser más eficientes y desarrollar mejor su trabajo.

Por este motivo, la Unió de Llauradors reclama que permitan formas de denuncia más sencillas, como se viene practicando en otros países, de modo que puedan agilizar los trámites aumentando los casos esclarecidos.