Una revolución limpia está a punto de empezar y todo apunta a que, en muy poco tiempo, recorrerá Castellón de norte a sur. Y todo gracias al sol, que en la provincia brilla una media de 300 días al año. Empresas y particulares empiezan a abrazar la tecnología fotovoltaica y lo hacen gracias al cambio regulatorio de octubre de 2018, que hizo desaparecer las cargas y las barreras administrativas que ralentizaban los procesos y abrió la puerta definitiva al autoconsumo. Fue el punto y final del llamado impuesto al sol, que desde el 2015 penalizaba a este tipo de instalaciones.

El auge existe y lo hace en las tres patas sobre las que se asienta el sector: los parques solares, el autoconsumo industrial y el autoconsumo doméstico, aunque es en estos dos últimos donde la demanda más se está disparando. «Las perspectivas son espectaculares y este año se dan todas las circunstancias para que el sector despegue de manera definitiva», apunta José Antonio Soler, director general de Iberosol, con sede en Vila-real, y una de las empresas que más está creciendo.

En Castellón existen 738 instalaciones de energía solar fotovoltaica, de las algo más de 5.500 que ese contabilizan en la Comunitat, según el último censo de la Generalitat Valenciana. Todas estás conectadas a redes en régimen de productores y tienen una potencia agregada de 349 megavatios (MW). En los últimos años la cifra apenas se ha movido, aunque sí lo hará en los próximos meses, dado que hay programadas, al menos, otra docena de instalaciones. La mayoría están impulsadas por la empresa Valfortec y estarán ubicadas en municipios como Vall d’Alba, Benlloc. En Sant Jordi, el Consell también está tramitando otras dos instalaciones nuevas.

PANELES EN LA INDUSTRIA

Pero el verdadero impulso llega de la mano de las empresas y lo hace bajo la fórmula del autoconsumo, es decir, la producción de electricidad para el consumo propio, en la misma ubicación en la que se produce. Grupo Industrial Pamesa ya ha anunciado que invertirá 15 millones de euros en la instalación de más de 40.000 paneles fotovoltaicos en los techos de sus centros logísticos de Onda. La instalación tendrá una potencia final instalada de 13,24 MW u entrará en funcionamiento el próximo verano. Otro gigante del sector cerámico, Ceracasa, también instalará 1.000 paneles solares sobre la cubierta de su fábrica, ubicada en l’Alcora.

Las compañías del sector aseguran que ejemplos como los de Pamesa o Cerasaca están teniendo un efecto tractor y la demanda crece día a día. «Hay un interés creciente por el autoconsumo y lo hay por parte de empresas industriales de Onda, Nules o Vila-real», explica Soler, que insiste en que si las previsiones se cumplen, este 2019 será un año récord en Castellón en instalación de potencia fotovoltaica. «La nueva regulación influye, como también lo hace el aumento que experimentó el año pasado el precio de la luz y la reducción del coste de los paneles, cuyo precio ha bajado un 80% en diez años», dicen.

Victoria Rodrigo, responsable de la compañía Elektrosol de Castellón (ejecutará la planta de Ceracasa) también constata que la demanda se ha disparado. «Hemos ejecutado instalaciones en empresas de la provincia del sector citrícola, fundamentalmente en comunidades de regantes, explotaciones agrícolas y almacenes de naranjas, además de empresas de otros sectores como hoteles, restaurantes, camgins y, por supuesto, azulejeras y empresas cárnicas», describe al tiempo que insiste en que la Comunitat cuenta con líneas de financiación con condiciones muy ventajosas, lo que también explica el impulso de las renovables.

Donde también constatan el buen momento por el que atraviesa la fotovoltaica es en la Fundación para Eficiencia Energética de Castellón, que realiza estudios de autoconsumo tanto para empresas como para particulares. «Hay interés por parte de empresas del sector cerámico y también por parte de particulares», apunta su gerente, Víctor J. Gaceta.

UN AHORRO DE HASTA EL 50%

Pero, ¿cuáles son las ventajas de instalar paneles solares? Para una empresa azulejera, que puede llegar a invertir hasta 1 millón de euros al año en la factura de la luz, el autoconsumo solar puede suponer un ahorro de hasta un 50% en los costes eléctricos. «La amortización de una instalación para el autoconsumo industrial puede llevarse a cabo entre 5 ó 6 años», sentencia Soler.

El despegue de la fotovoltaica está dando alas a prácticamente todas las empresas del sector. La mayoría está formando profesionales ante el incremento de la demanda y las previsiones de lo que ocurrirá en los próximos meses. «Estamos creciendo y se está ampliando plantilla», añade el responsable de Iberosol.