La provincia de Castellón suma la cifra más elevada de victimizaciones por terrorismo machista de los últimos cinco años. En concreto, según los datos del Anuario del Ministerio del Interior, en el 2018 se registraron 1.039, lo que supone un aumento con respecto al 2017, que cerró con 845, y es la cifra más elevada desde el 2014.

Sucede lo mismo en el conjunto del Estado, donde el año pasado se produjeron 69.698, frente a los 63.327 del precedente, siendo la más alta de la serie. Esta incluye ilícitos penales graves de violencia de género cometidos por hombres contra mujeres con las que han mantenido relación matrimonial o afectiva y sus hijos.

Desde el Ministerio del Interior señalan que «no es que se haya producido un incremento, sino que existe una menor tolerancia y permisividad ante este tipo de hechos, lo que hace que se denuncien más y afloren situaciones que antes no salían a la luz».

Según el anuario, los casos de violencia de género suman 7.974, de los que activos están 905 (el año anterior estos eran 800). Uno corresponde a una mujer en riesgo extremo, 4 alto, 94 medio, 450 bajo y el resto no apreciado.

A juicio de Ana Moltó, del Liceu de Dones, «los datos no se pueden interpretar. Que aumentan es evidente; hay que cambiar muchas cosas para que estas cifras no sigan subiendo», dijo, señalando que «vivimos en una sociedad muy influida por la cultura machista y violenta».

MANIFESTACIONES // Que existe una mayor sensibilización lo prueba también el hecho de que el año pasado se produjeron 28 manifestaciones para denunciar la violencia de género en la provincia. Desde 2014, cinco mujeres han muerto por esta lacra en Castellón. Esta estadística no incluye las muertes de Martina y Nerea, a manos de su padre.

«Se denuncia más y se denuncia todo», explica un abogado del turno de oficio, quien cifra en tres las denuncias que se presentan cada día por violencia de género en los juzgados de la provincia. Este experto explicó que el protocolo que se sigue es uno de los más estrictos y conlleva siempre la detención del varón sea cual sea el hecho. Apuntó que la denuncia conlleva en muchas ocasiones una orden de protección que supone el alejamiento y puede implicar medidas relacionadas con la pensión. Por ello, lamentó que hoy día se denuncia por la mínima y que esto puede bloquear la justicia. Indicó que hay casos graves y flagrantes pero, por contra, otros no lo son.

De hecho, indica, a veces «la víctima a posteriori no cree que sea tan fuerte» y «en ocasiones no quieren declarar».