Qué hay detrás de la decisión de una familia de Bilbao, Madrid o Lyón de pasar sus vacaciones de verano en la playa de Castellón? ¿Por qué eligen Peñíscola y descartan Benidorm? O a la inversa. ¿Por qué alquilan un apartamento en Benalmádena y no lo hacen en Vinaròs u Orpesa? Quizás los motivos que finalmente hagan decantar la balanza estén en las carreteras. O en las playas. O en los precios. Y si uno mira solo el bolsillo, Castellón es uno de los destinos de la costa mediterránea peninsular más apeticibles, y eso que este verano el alquiler vacacional va cuesta arriba.

Alquilar un apartamento en Orpesa, Benicàssim o Peñíscola durante la segunda semana del próximo mes de agosto, y con capacidad para cuatro personas, costará una media de 938 euros, según el informe Precios de Alquiler Vacacional 2019 que acaba de hacer público Spain-Holiday, una plataforma española que gestiona 18.000 viviendas vacacionales en el territorio nacional, 240 de ellas en la costa de Castellón. Esos 938 euros a la semana suponen un 6,7% más que el verano pasado, cuando el coste del arrendamiento se situó en 879 euros.

Pese a que este verano alquilar un apartamento en la playa será algo más caro que el año pasado, las viviendas vacacionales que se encuentran en la Costa Azahar son unas de las más baratas de España. De hecho solo la costa de Valencia, la de Murcia y la de Almería tienen los precios más bajos, entre 735 y 920 euros por la segunda semana de agosto. Los apartamentos más caros, en cambio, se encuentran en el litoral gaditano (1.197 euros) y Tarragona (1.163). Los precios en las playas alicantinas también son más altos (972 euros), mientras que en las costas del Sol y Brava superan los 1.070 euros.

CUESTIÓN DE OFERTA Y DEMANDA // Castellón tiene uno de los alquileres playeros más económicos de la costa mediterránea (el informe no incluye datos de las Islas Baleares, aunque hay estudios que sitúan el arrendamiento por encima de los 1.600 euros) y para los expertos la clave está en la oferta y la demanda. «Hay zonas del litoral peninsular, como Castellón, que son menos conocidas para los turistas nacionales e internacionales y tienen menos demanda, de ahí que los precios sean mas bajos», apuntan desde la plataforma Spain-Holiday. Y eso explica también que mientras que en Castellón los alquileres vacacionales subirán este año un 6,7% en la costa del Sol lo harán por encima del 13%.

Veranear en Castellón será este año algo más caro, pero muchas familias ya han empezado a realizar sus reservas. «De momento las previsiones apuntan bien. Somos optimistas y los porcentajes se mueven en valores muy similares a los del año pasado», indica Ignasi González, de la inmobiliaria Concha Moreno, con apartamentos para alquilar y vender en Orpesa. En Peñíscola y Alcossebre la sensación es la misma. «Para la primera quincena de agosto ya nos quedan muy pocos apartamentos libres y eso que los precios son los más altos de la temporada», resumen en Brisasol.

La segunda semana de agosto es la más cara del año para alquilar un apartamento, pero si uno tiene disponibilidad y puede hacerlo a principios de junio o finales de septiembre puede ahorrarse mucho dinero. En el primer caso los precios se sitúan en 388 euros (550 menos que en agosto), mientras que la última de septiembre cuesta 408 euros. «El boom es en agosto, cuando todo el mundo sale de vacaciones», dicen en las inmobiliarias.