La energía del sol vuelve a brillar en Castellón. La provincia empieza a recuperar el terreno que perdió a partir del 2010, cuando el Gobierno desarrolló una legislación restrictiva que afectó no solo a proyectos ya iniciados sino que también frenó iniciativas futuras. Ahora, y tras un lustro sin nuevas iniciativas, la reactivación es un hecho y hay empresas dispuestas a invertir. De hecho, la Generalitat tramita al menos media docena de proyectos fotovoltaicos en la provincia. El bloqueo parece haberse levantado.

La reactivación del sector fotovoltaico es una realidad en el conjunto del Estado (Iberdrola, por ejemplo, invertirá 300 millones de euros en una macroplanta de casi 500 megavatios en Badajoz) y en Castellón los nubarrones que tapaban al sector parece que también se están disipando. Solo la empresa Valfortec, con sede en la capital de la Plana, tiene previsto invertir en los próximos meses en seis nuevos huertos solares, que se sumarán a los siete de los que ya dispone.

Los parques que proyecta Valfortec, de entre 2 y 3 megavatios cada uno, se situarán en Benlloc, la Serra d’en Galceran, Vall d’Alba (2) y Segorbe. «El proyecto que está más avanzado es el de Benlloc, cuya construcción podría empezar a finales de este mismo año, aunque el calendario que manejamos es tenerlos todos en un par de años», describe Fidel Roig, director general de una compañía que en los últimos años se ha centrado en los mercados internacionales, fundamentalmente en Japón, país donde este año tiene previsto construir otros cuatro nuevos parques. La energía que se generará en los nuevas plantas solares de la provincia se enviará a la red.

La fotovoltaica renace y en el conjunto de la Comunitat Valenciana la tendencia es exactamente la misma. En las provincias de Valencia y Alicante también hay una decena de iniciativas en marcha y la más avanzada es la que lleva a cabo la compañía Energy Investment, que ya construye un parque solar con capacidad para generar 4 MW en Villena. Al menos otras dos firmas valencianas están también tomando posiciones para promover más parques.

Que haya más interés por invertir en energía fotovoltaica se debe a que la legislación es mucho menos restrictiva que hace unos años y también al aumento de la competitividad de la tecnología. El coste de generar energía solar fotovoltaica ha caído un 73% y, en su último informe, la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena) prevé que se reduzca todavía más en los dos próximos años.

Además, y según fuentes del sector, la Comunitat reúne las características necesarias para desarrollar este tipo de plantas, aunque los inconvenientes son los precios de los terrenos y una excesiva burocracia. De hecho, se estima que la tramitación administrativa de los permisos para la instalación fotovoltaica se prolonga durante dos años, un plazo sustancialmente superior al que se da en otras comunidades.