No se entendía que estuviéramos en Castellón. Ni por historia, ni por geografía, ni por nada. Era ilógico». Quien habla es el alcalde de Gátova, Manuel Martínez, que recuerda el proceso de independencia de su localidad culminado hace 25 años. El ahora municipio de Valencia es el único que ha cambiado de provincia a lo largo de todo el siglo XX y de lo que va del XXI, y su primer edil, que entonces tenía 16 años, no olvida el hito: «En el pueblo lo vivimos como algo importante, con mucha ilusión. Cuando se aprobó en las Cortes viajamos a Madrid a celebrarlo».

Destacan los protagonistas que el proceso se llevó a cabo sin ningún tipo de conflictos ni tiranteces entre las administraciones implicadas, pues Gátova planteó la solicitud como una necesidad social de los vecinos. «La distancia de nuestro pueblo hasta València es la mitad que a Castelló, y las carreteras son mejores. Para ir a Altura, en 15 kilómetros teníamos 300 curvas, así que era una cuestión práctica, no porque nos lleváramos mal con Castellón», añade el alcalde, quien asegura que con el cambio ganaron «calidad de vida»: «Antes nos costaba mucho más, por ejemplo, llegar a los hospitales».

Afirma Manuel Martínez que históricamente Gátova siempre había pertenecido a Valencia, «pero con la división que se hizo en 1813» less cambiaron «sin atender razones históricas o geográficas», porque pertenecen «al Vall del Carraixet, como Marines y Olocau, que sí se quedaron en Valencia». Asegura que el absurdo de ese momento llegaba a tal punto que tanto la Diputación de Castellón como la de Valencia pedían impuestos al pequeño municipio, que no alcanza los 500 habitantes.

«No pudimos con Telefónica»

Como anécdota, el expueblo castellonense conserva todavía hoy el prefijo de este territorio, pues todos los teléfonos de Gátova comienzan por 964. «Hemos podido con todos, menos con Telefónica», bromea el ahora alcalde.

Una vez culminado el proceso de cambiar de provincia, que arrancó en 1989 y finalizó con la promulgación de la ley orgánica 15/1995 del 28 de diciembre, Martínez admite que aún quedan batallas por luchar en Gátova: «No he escuchado a nadie que diga que quiere volver a Castellón, pero sí hay muchos que están en contra de que declaren el entorno del pueblo Parque Natural, porque ven que no se puede labrar, cortar o quemar cañas. Todo son prohibiciones y no hay ningún beneficio».

Más allá de los límites institucionales, lo que no ha cambiado son las estrechas relaciones entre los habitantes de Gátova con sus vecinos de la comarca del Alto Palancia: «Muchos de nuestros vecinos viven en Segorbe o Altura. El contacto con las personas sí se ha mantenido más allá de las provincias».

Imagen de Manuel Martínez, alcalde de Gátova.