Un buen balance. Castellón ha vendido en la campaña de Navidad toda su cosecha citrícola, protagonizada por la clemenules, lo que ha llevado a adelantar la recolección de variedades tardías de mandarinas para no desabastecer a los mercados europeos y, por tanto, anticipar hasta diez días el desarrollo de la segunda parte de la temporada.

Dos han sido las claves para alcanzar esta situación después de la pésima campaña 2018/2019, la merma de la producción, muy intensa en los cultivos provinciales al superar el 40% en el caso de la clemenules; y la reducción también de la presión de los distintos competidores en Europa.

Fuentes de los comercios citrícolas explicaron ayer que «la demanda se ha comportado muy bien, de manera que se ha compensado la caída de la cosecha y el volumen de las exportaciones se ha mantenido». En relación con la clemenules afirmaron que «ya no queda nada, se ha vendido todo», de manera que esta variedad «se ha revalorizado» y se ha comercializado a precios mucho más elevados que los habituales.

Ante esta situación y para poder atender a la demanda, se ha adelantado la recolección de determinadas mandarinas tardías de autor como el caso de la nadorcott o la tango, que habitualmente se cosechan en febrero, marzo o incluso el mes de abril.

Una situación parecida es la que viven también otros híbridos ya más convencionales como la hernandina, y también la sando. En este caso, la recogida no suele comenzar antes del 15 de enero y se puso en marcha a finales del pasado mes diciembre.

En este sentido, el secretario general de la Unió de Llauradors, quien hace también una valoración positiva de la temporada de Navidad, explica que «es una buena noticia que la campaña vaya unos diez días por delante, porque así se reducen los riesgos de inclemencias meteorológicas y, a la vez, se aseguran ventas».

Tanto desde las firmas exportadoras, como Peris y el presidente de Fepac-Asaja, José Vicente Guinot, coinciden en estimar como uno de los factores decisivos para la evolución positiva de las ventas que países terceros competidores han registrado también cosechas menores esta anualidad.

buenas expectativas // Se trata de una situación que esperan que se mantenga cara a la segunda fase, ya en marcha, puesto que Italia, Marruecos, Egipto, Túnez o Grecia, que comercializan variedades que coinciden en el calendario, tienen también menos producción. Las expectativas son buenas por tanto para la segunda fase de la campaña, también para el campo, que cobrará mejores precios con una mayor cosecha.