Homenaje a la tradición, a la devoción que aflora con cada toque de tambor. Por decimocuarto año, la plaza Mayor de Castellón volvió a convertirse en punto de encuentro de una treintena de cofradías y asociaciones para participar en la exhibición del tambor y bombo. Un encuentro en el que participaron anoche en la capital de la Plana entre 600 y 700 personas. La cita la organizaban las cofradías del Cristo de Medinaceli y Santa María Magdalena, las anfitrionas del evento, que marca el preludio de la Semana Santa de interés turístico provincial y en el que colaboran Ayuntamiento de Castellón, Diputación, Fundación Dávalos Fletcher y Abotacas (asociación de bombos y tambores de Castellón).

El punto de encuentro fue la plaza Borrull, donde la cofradía Santa María Magdalena marcó la salida. Bombos y tambores recorrieron las calles Campoamor, Mayor, Arcipreste Balaguer e hicieron entrada en plaza Mayor en un acto que despertó el interés de los castellonenses.

Antes de que se rompiera la hora en la plaza Mayor, los grupos anfitriones dieron la bienvenida a los invitados. El toque de honor correspondió al peluquero Pepe Mora, hermano mayor de la cofradía del Cristo de Medinaceli, como explicaron Raúl Arteche, clavario de la cofradía Santa María Magdalena, y Carmen Forés, presidenta de la cofradía Cristo de Medinaceli. Además de interpretar el tema provincial, tuvo lugar la exhibición durante el evento, en la plaza Mayor, una a una, en el que cada asociación dispuso de tres a cinco minutos para interpretar sus propios toques. H