Si te gusta la animación, trabajar en Disney es el techo más alto que puedes alcanzar. Con solo 38 años, el nulense Iker de los Mozos no solo alcanzó esa cima, sino que después de siete años como director técnico de personajes de la compañía de entretenimiento más grande del mundo, ha tenido tiempo para hacerse a un lado y aceptar una oferta de un estudio más pequeño en el que cuenta con más protagonismo. «A veces me preguntaba qué hacía un chico de pueblo como yo en un edificio con mil personas, con un nivel de exigencia de calidad inaudito y un legado de 100 años de películas», asume después de renunciar al cargo hace un par de meses por el siguiente motivo: «No me quería acomodar. Allí lo tenía todo, pero quería asumir nuevos retos en Genies».

Parte del equipo que se encargó de la elaboración de personajes en 'Big Hero 6'.

La primera pregunta que surge al hablar con Iker es cómo llega un chico de Nules hasta California para trabajar en el estudio que creó buena parte de los personajes de nuestras vidas. «Con 18 años ya quería hacer animación y estudié Bellas Artes en València, donde casi aprendí más de los compañeros que de los profesores», recuerda. Sin concluir la carrera viajó a Madrid para trabajar en Ilion Animation Studios dentro de la película Planet 51. Su siguiente paso le llevó hasta Granada, donde firmó con KANDOR Graphics, que andaba inmersa en películas como El Lince Perdido. Ambas películas lograron el Goya.

El trampolín hacia Los Ángeles

Antes de llegar a EEUU se instaló en Londres, donde se empleó un par de años en animación para publicidad. Fue entonces cuando una oferta de Disney se cruzó en su camino: «Les presenté mi portfolio y estaba seguro de que no me iban a llamar, porque encima usaban un programa distinto al mío, pero les gustaron mis trabajos, me llamaron, y allí que me fui».

Una vez en la sede de la factoría de animación situada en Burbank (Los Ángeles), Iker de los Mozos no oculta su fascinación inicial: «Hay un montón de naves y, para entrar en el estudio, pasas por debajo de un gran sombrero de Fantasía de Mickey (imagen inferior). Al llegar te explican que las películas de animación son solo una pequeña fuente de ingresos de Disney; la principal es el negocio que tiene con las retransmisiones deportivas». Prosigue con su alegato de la siguiente forma: «Al principio te sientes acomplejado. Impone estar con la gente que ha hecho las películas con las que has crecido, pero vas aprendiendo y al final eres tú el que enseña a los recién llegados».

Como director técnico de personajes de Disney, el nulense se encargaba de «articular las figuras que esculpen en el departamento de modelado. Al principio los personajes son como estatuas de piedra que no se pueden articular a nivel facial o corporal, y con un sistema de programación le ponía los músculos, el esqueleto… como si fuera una marioneta». Iker de los Mozos fue parte importante de películas como Big Hero 6, Vaiana, Zootrópolis (imagen inferior), Ralph rompe Internet o Frozen 2. «Tenía mucha responsabilidad porque al final eres el que termina la animación, en un trabajo que combina técnica y arte», asegura. Las figuras en las que tuvo mayor protagonismo fueron, entre otras, el cerdito de Vaiana, Púa, o Anna y Nokk, personajes de Frozen 2.

El creativo desvela que su familia reside en Almassora y destaca el crecimiento de la animación nacional, avalado por filmes como Klaus, nominado a los Oscar: «Deseaba con todas mis fuerzas que ganara porque a nivel artístico es una maravilla. No es casualidad que desde España estén saliendo películas de animación tan buenas. Falta continuidad en los proyectos, pero los españoles tenemos muy buena fama en todo el mundo».

Al finalizar cada película, Disney organiza una proyección y una fiesta para los empleados. En la imagen, Iker (c) aparece junto a Manu Arenas, ilustrador en el estudio, y su esposa, Young M. Lee, en el estreno de 'Frozen'.