La plaga de mosquitos requiere de colaboración institucional entre todas las administraciones que intervienen en la materia, a pesar de que la competencia es de los ayuntamientos. Los municipios del litoral provincial llevan años reivindicando en saco roto que se puedan efectuar vuelos antimosquitos preventivos antes de los meses de mayor eclosión para poder mitigar el problema. El objetivo es que no sea una vez se produce el repunte cuando se tenga que poner en marcha toda la burocracia ralentizando la respuesta. Sin ir más lejos, Peñíscola solicitó hace más de 15 días poder llevar a cabo estos tratamientos sin que haya obtenido hasta el día de ayer una respuesta.

En la Comunitat es competencia de la Conselleria de Sanidad autorizar este tipo de fumigaciones, que siempre ha rechazado que se den de modo preventivo, mientras que en otras autonomías, como Cataluña, Baleares, Andalucía o Murcia, este tipo de tratamiento se aplica sin tener que disponer del beneplácito del organismo autonómico correspondiente. Esto se debe, según expertos en la lucha contra los mosquitos, a que estas regiones entienden que el larvicida biológico que se lanza es el único autorizado por el Ministerio de Sanidad y, por tanto, ya cuenta con el beneplácito del Gobierno central. De ahí que un ayuntamiento no debe dirigirse a ninguna administración autonómica para poder fumigar desde el aire, lo cual agiliza enormemente la lucha contra este problema.

Condicionantes

En estas comunidades, los consistorios o diputaciones solo tienen que tener en cuenta que se cumplan los tres supuestos que prevé el Ministerio para aplicar este insecticida. En primer lugar, tiene que haber más de media hectárea inundada, el espacio sobre el que se lanza el producto debe estar a más de 50 metros de distancia de una zona habitada y la aplicación aérea debe ser la herramienta técnica más viable para hacer frente a la proliferación tanto a nivel económico como práctico.

Estos tres condicionantes son los filtros que revisa aquí la Conselleria, lo que llega a dificultar la lucha contra los mosquitos, según expertos consultados.

Por ejemplo, en Cataluña, los vuelos preventivos se realizan en la zona del Delta del Ebro o, en Andalucía, se fumiga desde el aire en toda el área de Doñana. Sin ir más lejos, esta pasada semana efectivos del Ayuntamiento de Murcia emplearon un helicóptero para acceder y tratar en espacios de difícil acceso.

Y es que en la provincia de Castellón se localizan importantes focos de reproducción en humedales de todo el litoral, desde Vinaròs a Almenara, como el Cuadro de Santiago de Benicàssim, la Marjaleria de Castelló, la majal de Nules o el Prat de Cabanes-Torreblanca, entre otros.