La Vall d’Uixó amaneció este jueves golpeada por la tragedia. Paco Salafranca (apodado El Tolla), un conocido cazador de 69 años, murió ahogado en la balsa la Sequiota, en la partida de Cabell Negre, tras lanzarse al agua para rescatar a su perra, que había caído dentro. Sucedió poco antes de las 8.00 horas, cuando la víctima y un amigo de 84 años habían salido de ruta para cazar conejos. Aunque el fallecido logró poner a su mascota a salvo, pereció en el agua.

Los detalles del fatídico accidente causaron conmoción. El presidente de la Sociedad de Cazadores de la Vall, Jesús Martínez, recibió la triste noticia durante un viaje. Según relató, Paco y su amigo «habían quedado para salir a cazar conejos por los alrededores, al ser una zona muy frecuentada por los aficionados». «En un momento determinado, perdió de vista la perra, que había entrado en la parcela de la balsa. Entonces, debió oír el ruido del agua al caer el animal y no se lo pensó, hizo lo que pudo por salvarla y lo consiguió, pero no pudo salvarse a sí mismo».

Fue su compañero quien alertó a los servicios de emergencia, pero, a su llegada, los buzos de la Unidad de Rescate Acuático del Consorcio de Bomberos de la Diputación solo pudieron recuperar el cuerpo sin vida.

Seguridad en las balsas

El presidente de la Comunidad de Regantes que gestiona estas instalaciones, Vicente Ambou, conocedor de la tragedia desde el principio, destacó que la balsa cuenta en su interior con cuerdas de seguridad, pero la víctima no pudo llegar hasta ellas. «Según me han dicho, se quedó a unos dos metros de ellas y no pudo hacer nada. Imagino que se pondría nervioso y perdería las fuerzas», detalló Jesús Martínez.

Según ha podido saber Mediterráneo, el fallecido tenía una salud delicada, por lo que pudo haber acusado el esfuerzo físico extraordinario para intentar salir del agua. «Si su compañero hubiera intentado ayudarlo, habrían muerto ahogados los dos», sentenció Martínez, muy afectado. «Una persona más joven o con más resistencia hubiera nadado y podría haberse sujetado de la cuerda, pero él no», apuntó.

Por el momento desconocen cómo accedió el cazador a la parcela, que estaba totalmente vallada. En primera instancia, creen que pudo saltarla, aunque este extremo no ha sido confirmado.

El presidente de los regantes se puso en contacto con la familia para transmitirle sus condolencias, al igual que desde la Sociedad de Cazadores que preside Martínez, quien incidió en el apego que llegan a sentir por sus perros. «Algunos hablan mal de nosotros por nuestra afición, pero Paco no se lo pensó dos veces para salvar a su perra y eso le ha costado la vida», lamentó.